Si existiera un aparato llamado «reclamómetro», ¿cómo estaría la marca, el índice, la cantidad y el registro de sus quejas por día, por minuto y por semana? Tal máquina no existe, pero, si existiera, muchas personas no la dejarían descansar, porque sus quejas son constantes, murmuran prácticamente todo el día.

• Hay personas que siempre ven el lado malo de la vida. Por ejemplo: cuando van al supermercado, se quejan de los precios altos o, cuando se suben al colectivo, se quejan de que está lleno, es decir, se quejan de todo lo que ven y escuchan a lo largo del día.
• Es necesario entender que no hay palabras sin sentido. De esta manera, cada vez que usted se queja o murmura, está dejando pasar un espíritu malo, negativo. Recuerde que esto no es solo para las personas que están a su alrededor, sino para usted, porque el primero en escuchar lo que sale de su boca es usted mismo.

Entienda algo, cuando se queja con quien puede ayudarlo, esta pasa a tener un objetivo, un blanco, una razón de ser, es decir, está haciendo algo con respecto a la situación. Sin embargo, quejarse por quejarse, solo para tener un tema de conversación entre amigos, dentro del auto, en la parada de colectivo, en el momento del café en el trabajo o en el pasillo con la vecina no resolverá nada en su vida. Las quejas no cambian nada, sino las acciones.

Escuche este mensaje y decida de una vez por todas dejar de quejarse.