thumb do blog Renato Cardoso
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¡INGRATO!

«… porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar», 1 Timoteo 6:7. Una verdad antigua. Todos nacemos desnudos y seremos enterrados con un traje o con cualquier otra ropa. Todos nuestros bienes serán deshechos. El ataúd no tiene cajones.

«Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto», 1 Timoteo 6:8. Una virtud que está en extinción: estar contento con lo que se tiene. Hoy está de moda estar inconforme con lo que se tiene y siempre buscar algo que no se tiene, creyendo que eso lo hará feliz. En esa búsqueda por lo que no tienen, las personas comprometen incluso lo que tienen, por ejemplo, sus principios. De esta manera, las personas conspiran con otras, creen en eso de ganar dinero fácil. A veces hasta se involucran con lo ilícito, metiendo en problemas a sus familiares.

«Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores», 1 Timoteo 6:9-10. Es decir, no culpe a los demás por sus problemas cuando su amor por el dinero lo parta al medio. Fue su codicia la que clavó esa estaca en su pecho.

En la charla que dimos, «Jogo Errado, Jogo Certo», que puede ver por Univer Vídeo, dijimos que las personas tienen muchos objetivos equivocados, uno de estos es ganar dinero. Parece un disparate, pero es el objetivo equivocado, porque, si la meta de alguien solo es ganar dinero, se volverá esa persona que el Texto Sagrado describe.

Por eso, buscar dinero en la vida hace que las personas se metan en complicaciones. Hoy, muchos están complicados, con su nombre manchado, fugitivos o presos a causa del dinero, otros incluso perdieron su matrimonio y su familia.

Pero lo malo no es el dinero que fue creado por Dios. Él no creó las riquezas para que fueran un objetivo, sino un medio, algo que usamos para alcanzar mayores objetivos. Su meta no debe ser ganar dinero, su meta debe ser servir. Cuando usted sirve, el dinero llega a sus manos. Todo el mundo necesita ciertas cosas y las personas están dispuestas a pagar por ellas. Si está dispuesto a suplir las necesidades de las personas, el dinero llegará a sus manos. El mundo funciona así.

Quizás no crea en esto, pero la Palabra de Dios lo está alertando. Usted puede caer en tentación. Es mucho mejor que aprenda a ser agradecido, a estar contento con su sustento. Su ropa puede no ser de seda, pero es la que lo abriga, sea agradecido por lo que tiene hoy. Su alimento puede no ser un manjar de reyes, pero lo alimenta. Aprenda a contentarse. Si no lo aprende, perderá todo y nunca será feliz.

Piense en esto viendo el siguiente video.