thumb do blog Renato Cardoso
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IMAGINA CONMIGO CÓMO FUE DESPUÉS...

A través de la oración de Ana, vemos lo que sucede con quien insiste en pisotear a quien está sufriendo

Imagina cómo habrá quedado el ambiente en la casa de Ana, Elcana y su otra esposa. La Biblia no da muchos detalles sobre eso, solo un breve versículo en 1 Samuel 2:5.

Imagina cómo cambió el juego:

Vemos que la suerte se dio vuelta. Ana comenzó a tener hijos, y Penina ya no volvió a quedar embarazada. Ella no necesitaba humillar a Ana, pero por ser infeliz y no tener lo que quería (el amor de Elcana), humillaba a Ana. Por pura envidia.

Entiende:

Dios permite el sufrimiento para impulsar nuestra fe. Solo necesitamos usar ese dolor para acercarnos más a Él.

Usa tu imaginación conmigo, mira el video de arriba y observa que, a través de la fe inteligente, esa situación que tanto te humilla puede transformarse en un bien.

 

 

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso