thumb do blog Renato Cardoso
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HICE TODO BIEN, PERO SALIÓ TODO MAL. ¿POR QUÉ DIOS LO PERMITIÓ?

A veces usted hará todo bien, pero al final le saldrá todo mal, y tal vez piense así: «Dios, no entiendo, hice todo bien, di mi mejor y fui una persona buena, correcta, esperando ser recompensada con el resultado final, pero es todo lo contrario. ¿No me escuchaste, no me honraste, no fuiste justo conmigo?». Este razonamiento parece correcto, pero no lo es.

El Señor Jesús dijo que el Padre «… hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos», Mateo 5:45. Es decir, Dios mira la tierra y ve que la mayoría de las personas son injustas, que viven en contra de lo que enseña, pero, aun así, las bendice. Esto no se debe a que las personas sean buenas o no, merezcan o no, esto se debe a quién es Dios. No es a causa de los buenos ni de los malos, sino porque Él es bueno. La naturaleza de Dios no cambia según la naturaleza de las personas. Así debe ser el cristiano, el hijo de Dios. Por ejemplo, Él nos enseñó a bendecir a los que nos maldicen. Esto es difícil, porque, cuando una persona habla mal de alguien, este también quiere exponer el lado malo de esa persona.

Si quiero ser hijo de Dios, debo practicar eso. No se trata de las personas, si merecen o no, sino sobre quién soy. Si quiero tener la identidad de hijo, el ADN del Padre, debo actuar como Él. Por eso, las cosas malas pueden suceder, las cosas pueden salir mal. Ni siempre todo funcionará para nosotros en este mundo. Si usted realmente es un hijo de Dios y practica lo que Él enseña, tendrá paz en su interior. Sin embargo, en el exterior, hay problemas, en un mundo que vive en contra de Dios, en la injusticia y en la corrupción. Es un mundo que está controlado por el propio satanás, no porque Dios no tenga poder, sino porque Él permite que el ser humano coseche las consecuencias de sus decisiones. En parte, sufrimos las consecuencias de las personas que no quieren saber del Señor Jesús. Vivimos en un mundo en el que las personas beben y hacen locuras. A veces Dios nos guarda, pero a veces las situaciones suceden igual.

De esta manera, no importa el resultado, debemos seguir creyendo en la Palabra de Dios. Mientras estemos en este mundo injusto, también estaremos sujetos a lo que sucede en este mundo. Pero es solo por un poco de tiempo. Anímese. Parece que es el fin, pero aún no terminó. Siga creyendo. Reflexione en esta palabra por medio del siguiente video.