Henry P. Crowell: "Si me deja ganar dinero..."
Henry P. Crowell contrajo tuberculosis cuando era niño y no podía ir a la escuela. Luego de oír un sermón de Dwight L. Moody, el joven Crowell oró:
“Yo no puedo ser predicador, pero puedo ser un buen empresario. Dios, si el Señor me deja ganar dinero, voy a usarlo a su servicio.”
Bajo la supervisión de su médico, Crowell trabajó al aire libre durante siete años, y recuperó la salud. Entonces él compró un viejo molino en Ravanna, Ohio. Pasados diez años la Avena Quaker era una palabra muy familiar para millones de personas. Crowell también operó una empresa cocinas con gran éxito.
Durante más de cuarenta años, Henry P. Crowell dio fielmente de 60 a 70 por ciento de sus ingresos para Dios, habiendo comenzado a dar el diezmo 10% al principio. Hasta hoy, y desde 1901, la Avena Quaker es líder del mercado. La compañía factura más de $10 mil millones de dólares por año.
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