Estamos comenzando un nuevo año, por lo tanto, es normal que las personas proyecten grandes cosas. Ellas quieren alcanzar objetivos económicos que no pueden alcanzar en un solo día, por eso, hacen un proyecto para todo el año. Esperan, por ejemplo, a que a fin de año hayan alcanzado la liquidación de sus deudas, la conquista de una casa propia, la materialización de su negocio. En fin, tienen grandes objetivos que quieren que se realicen.

Sin embargo, ¡ahí está el problema! La mayoría de las personas no se dan cuenta de que las grandes cosas son la suma de muchas pequeñas cosas. Es decir, usted solo alcanzará algo grande cuando haya hecho el trabajo duro de muchas horas, días y semanas, poco a poco, hasta que pueda visualizar el resultado final.

Cuando las personas se ven ante un rascacielos de cincuenta pisos, por ejemplo, se admiran y lo elogian. No obstante, no recuerdan que antes de que ese edificio existiera, antes de que se finalizara, de que quedara bonito, atractivo, brillante, muchas pequeñas acciones se hicieron antes. Comenzando por la decisión de construirlo hasta el encuentro con los arquitectos, la definición de los proyectos, el costo, el material que se usaría, ladrillo por ladrillo, hasta que pudiera verse el resultado final.

¿Por qué vemos a la mayoría de las personas haciendo proyectos a principios de año y en febrero todo cae en el olvido? Porque ellas ponen en su cabeza una idea, pero siguen, en el día a día, haciendo las mismas cosas que siempre hicieron. No entienden que, para lograr grandes cosas, deben hacer el trabajo duro del paso a paso, del día a día. Porque son las pequeñas actitudes diarias que las llevarán a la realización.

¿Quiere terminar con sus deudas este año? Entonces, ¿qué necesita hacer hoy? ¿Una llamada al banco? ¿Una negociación para detener los intereses? ¿Cortar gastos de cosas innecesarias?

¿Quiere casarse este año, pero no solo no tiene un novio, una novia, sino que tiene todo su interior «desordenado»? ¿Cómo quiere casarse si sus sentimientos están todos desordenados, guarda traumas, rencores de las últimas relaciones, odio hacia los hombres, rabia hacia las mujeres, complejos?

Todo lo grande que queremos alcanzar primero tenemos que pensar cuál es el pequeño paso que necesitamos dar hoy. Cuando usted se enfoca en lo pequeño, ese objetivo que parece intangible se vuelve más simple. Cuando menos lo espere, ¡el edificio estará construido! En ese momento, las personas dirán que fue suerte. Pero lo que las personas llaman suerte la mayoría de las veces fue una suma de muchos pequeños actos de valentía, fe, ¡que se sumaron y resultaron en esa realización maravillosa!

Es necesario tomar una actitud, es necesario ser fiel en lo poco, Jesús lo dijo. A veces, una actitud tan pequeña, es tan poco lo que puede hacer, que piensa que no servirá de nada, que no hará la diferencia. ¡Y ahí está! Su desprecio por lo poco no le permite llegar a lo mucho.

No desprecie los pequeños comienzos, no ignore lo mínimo. Si es lo mínimo que puede hacer, ¡hágalo! Haga lo mínimo hoy, mañana, que dentro de poco estará sobre lo mucho. Es así como, año tras año, construirá su historia, reconstruyendo su vida.

¿Se anima a hacerlo? Vea el video y reflexione sobre el tema.