Cuando el Señor Jesús les dio la misión a Sus 12 discípulos de ir a los barrios, a las ciudades y de acercarse a todas las personas que pudieran, les transmitió algunos puntos en los que debían trabajar, incluyendo curar a los enfermos y expulsar espíritus inmundos. Cabe destacar que el Señor Jesús no hubiera dicho eso si la perturbación causada por espíritus inmundos no fuera un problema grave en la humanidad.

Sin embargo, Él también les dijo a Sus discípulos que les predicaran a las personas para que se arrepintieran, es decir, para que dejaran sus comportamientos equivocados y se volvieran a la justicia, a lo correcto, a lo que Dios determina en Su Palabra, que es lo mejor.

Porque de nada serviría recibir la cura, los milagros, las bendiciones, si tenían un problema más grave en sus vidas, el problema del pecado.

Pecar es lo mismo que perder el blanco. Por ejemplo, si usted pone la dirección equivocada en su GPS, terminará yendo al lugar equivocado. En el sentido espiritual, el pecado significa exactamente eso. El pecado lo llevará al lugar al que no quiere llegar.

Yo le pregunto, ¿donde está hoy es donde le gustaría estar? Si la respuesta es no, escuche este mensaje completo y sepa qué hacer para no errarle más al blanco.