¿Ya se dio cuenta de que las personas se están volviendo cada vez más ingratas y poco reconocedoras de los privilegios? Cuanto más joven sea la persona, menos se da cuenta; pero, cuanta más edad tenga, más se da cuenta.

Actualmente, las personas tienen condiciones que nuestros antepasados nunca soñaron. Sin embargo, esos niños que hoy tienen tanto, en su gran mayoría, son ingratos, se quejan de todo: «Este celular no es igual al de mi amigo. Quiero aquel celular». Estamos en un mundo de creciente ingratitud. En 2 Timoteo 3:2, vemos que una de las características de las personas en el fin de los tiempos es la ingratitud. Y ya estamos viendo esto hoy, parece que cuanto más tiene una persona, más ingrata es.

Es importante entender el significado de ingratitud. Cuando una persona es agradecida, valora, porque sabe que no siempre fue así o que no es así para todo el mundo. Por ejemplo, un hijo le dice a su padre y a su madre: «Es su obligación cuidarme. Yo no pedí venir al mundo». En teoría, es cierto, solo que el hijo agradecido sabe que no todos los hijos tienen a su padre y a su madre, por eso, dice: «Gracias a Dios los tengo». Actualmente, ¿cuántos hijos sienten eso por sus padres?

Ya vi a supuestos cristianos decir que la iglesia no debería existir, que un cristiano no debería ir a la iglesia, que no debería haber pastores y que todos deberían buscar en su propia casa. Es decir, son cristianos que, en algún momento, recibieron el mensaje de un pastor, pero son ingratos. Incluso hay algunos que luchan en contra de la iglesia. Esos cristianos deberían vivir en un país donde la iglesia y la Biblia están prohibidas para aprender a valorarlas.

Las personas ingratas solo valoran las cosas cuando las pierden, porque, cuando las poseen, las pisan. Esto se opone a lo que la Palabra de Dios dice: «Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús», 1 Tesalonicenses 5:18. En otras palabras, hasta con los problemas aprendemos buenas lecciones. Entonces, este espíritu de ingratitud es diabólico. Por eso, solo Dios para tener misericordia de esas personas y hacerlas volver a Él para salir de esa calle horrible hacia el infierno, llamada ingratitud. Vea el mensaje completo en el video.