thumb do blog Renato Cardoso
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¡GARANTIZO QUE NO TENDRÁS NI TIEMPO PARA TRANSFERIR!

Mira el siguiente video

¿Te has preguntado alguna vez cómo entregarnos verdaderamente a Dios? ¿Cómo podemos lograrlo? ¿Y cómo sabemos si ya le hemos entregado nuestra vida?

Un internauta nos hizo una pregunta importantísima, y para que lo entiendas de manera clara, piensa conmigo:

Mucha gente cree que entregarle su vida a Dios significa simplemente entregarle situaciones, personas u objetos. Sin embargo, ¿cómo podemos hacer esto con Dios, a Quien no podemos ver? La respuesta está en la Palabra:

«Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará.» Mateo 16

Mientras el mundo enseña que vencer es conquistar, ganar o ser más fuerte, Jesús presenta una paradoja: perder la vida para verdaderamente encontrarla.

Muchas personas buscan placer, reconocimiento o riquezas y terminan perdiendo sus principios, su familia e incluso su propia vida. Por ese motivo, entregarle tu vida a Dios significa poner Su voluntad por encima de la tuya, guiando tus decisiones por la Palabra, no por los deseos ni los valores del mundo.

La transformación de la entrega

Cuando decidí entregarme a Dios, me di cuenta de que mi vida no me pertenecía. Desde ese momento, todas mis decisiones comenzaron a ser guiadas por Él. Mi matrimonio, mi carrera y mi trabajo misionero reflejan esta entrega.

Esta entrega no es exclusiva de los líderes de la iglesia. Todo cristiano puede y debe vivirla. Así, quienes entregan su vida a Dios comienzan a actuar para agradarle. Su brújula apunta a Él, no a sus propios sueños ni al mundo.

Vivir entregados trae libertad

Vivir entregados a Dios es como si ya lo hubiéramos perdido todo en este mundo. Esposa, trabajo, posesiones; todo Le pertenece. Por lo tanto, sentimos paz, libertad y alivio, porque todo está en las manos de Dios.

Una decisión de fe

¿Qué perderías si solo te quedara un minuto de vida?

Entregarle tu vida a Dios es una decisión de valentía y fe. Quienes ya lo han hecho saben que funciona. Quienes aún no lo han hecho deben elegir: intentar salvar su vida solos y perderla, o entregársela ahora a Dios y ganarla para toda la eternidad.

Entregarse a Dios es vivir plenamente, con propósito y dirección divina, sabiendo que tu alma está segura en Sus manos.

Mira el video hasta el final y comprende qué tiene que ver eso con la entrega que necesitas hacerle a Dios.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso