Si usted ha visto las noticias recientemente, estamos al borde del fin del mundo. Para ser más exacto, el día 21 de diciembre de 2012. Esto es, según las profecías de la civilización maya.

Señoras y señores, amigos y amigas, todos los lectores de este blog: fue bueno mientras duró. Los extrañaré.

Pero, ¡esperen!

Antes de ir pensando en cómo usted va a pasar sus últimos días, vamos a considerar estas palabras de Jesús, con respecto al fin del mundo:

Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo Mi Padre. Mateo 24:36

¡Ah, qué pena! Nadie sabe el día y la hora. Ni los ángeles, ni el propio Jesús, solamente el Padre – y los mayas, claro. El Dios-Padre no Le confió esa información a su Hijo Jesús, pero se la dio a los mayas. ¡Qué pueblo santo!

Volviendo a la seriedad, no se engañe con profecías que definen fechas para el fin del mundo. Si usted cree en Jesús, oiga lo que Él habló al respecto. Al contrario de todos los llamados profetas y adivinadores sobre el fin del mundo, Él nunca se equivocó en ninguna profecía. Habló sobre el fin del mundo con más precisión que nadie. Pero sobre fechas, Él fue bien claro: sucederá como un ladrón en la noche. Cuando nadie lo espere.

El mensaje es: viva cada día como si fuese el último. Un día, usted acertará.

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