ESTO SUCEDE CUANDO EL ORGULLO ES MAYOR QUE LA INTELIGENCIA
Independientemente de cuán inteligente sea una persona, si su orgullo es mayor que su inteligencia, terminará haciendo tonterías, tarde o temprano. Por eso, el Señor Jesús, cuando empezó a enseñar en Su ministerio, dijo: «Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos», Mateo 5:3.
Ser «pobre en espíritu» no tiene que ver con el saldo en su cuenta bancaria, sino con la conciencia de quién es usted con respecto a Dios y a las personas. El «pobre en espíritu» es el humilde que reconoce su condición delante de Dios (somos Sus criaturas y un hijo nunca debe pensar que es mayor que su padre).
Nosotros vinimos de Dios, Él es la fuente. Cuando el Señor Jesús enseñó cómo orar, dijo: «… Padre nuestro que estás en los cielos…», Mateo 6:9. Es decir, Él quería mostrarles a todos que tenemos un padre, que no somos hijos del universo, de un polvo cósmico, sino que somos hijos de un Creador, que es Padre. Entonces, cuando tenemos la conciencia de quiénes somos delante de la grandiosa inteligencia de Dios, no hay forma de enorgullecernos de nosotros mismos. De lo único que debemos enorgullecernos es de nuestro Padre.
El «pobre en espíritu» sabe respetar la experiencia de vida, la diferencia que tiene otra persona, sea quien sea, y no se cree mejor que nadie, porque no existe mejor o peor en el «ranking humano». ¿Cómo comparar a las personas si cada ser humano es único? Ni los gemelos idénticos son iguales. Por eso, cuando usted se observa con respecto a otras personas y es «pobre en espíritu» reconoce que cada persona que es diferente a usted puede sumar algo en su vida, incluso las que no le caen bien, las que lo irritan y sus enemigas.
Además, si la persona reconoce que es «pobre en espíritu», busca el Espíritu de Dios, la mayor riqueza que un ser humano puede tener. Solo el «pobre en espíritu» buscará otros «espíritus» positivos (con esto me refiero a personas que tengan alguna «riqueza» para compartirle) para que le sumen a su vida. Si usted es humilde, puede encontrar riqueza de espíritu en muchas personas de este mundo.
Si es humilde, subirá, crecerá y se enriquecerá. Sin embargo, si deja que su orgullo sea mayor que cualquier cualidad que tiene, será su caída. Vea el mensaje completo en el siguiente video.
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