ESTO ME SORPRENDE MUCHO HOY
Somos siervos de quien obedecemos, es decir, sus actitudes, acciones y reacciones revelan mucho sobre quién está en primero lugar en su vida. La pregunta que surge es: ¿Quién es su señor?
El rey Salomón dijo: «… nada hay nuevo debajo del sol», Eclesiastés 1:9. Lo que es ya pasó, y lo que ya pasó, pasará de nuevo. En otras palabras, la historia se repite. Y cuando miramos las Escrituras, vemos exactamente eso. Lamentablemente, parece que el ser humano no aprende de las generaciones anteriores. Es como un adolescente que dice: «Quiero cometer mis propios errores, déjame que me equivoque». Cree que la única manera de aprender es equivocándose. Sin embargo, los necios se equivocan para aprender, pero, aun así, no aprenden; los inteligentes se equivocan, pero aprenden, los sabios aprenden del error de los demás».
Ahora bien, cuando observamos la historia de Gedeón, en Jueces 6, en el primer versículo, vemos que el pueblo de Israel hace algo malo a los ojos del Señor: se mezcló con los demás pueblos de la Tierra Prometida y abrazó a sus ídolos.
Pero eso no sucedió solo en aquella época, también sucede ahora. Me sorprendo de que ahora, en la era de la inteligencia artificial, de la información, haya personas que adoran ídolos. Cuando alguien abrió la Biblia y me mostró lo que la Palabra de Dios habla acerca de la idolatría, dije: «¿Qué? ¿Eso es pecado? ¿Lo que mis padres hacen y me enseñaron a hacer durante toda mi vida está mal ante los ojos de Dios? No quiero esto para mi vida».
Y no me refiero a una religión, porque incluso si la persona es evangélica puede tener ídolos. Pero las personas tienen acceso a las informaciones y cometen errores. Hay personas que tienen como ídolo a la ciencia. Esas personas cambian a Dios por un diploma. Otros idolatran personas (ponen a sus hijos por encima de todo, por ejemplo) ¿Cuántos se hicieron ateos porque su madre murió en un accidente? Cambiaron a Dios por su madre. Ponen a una persona por encima de Dios. Este es uno de los caminos del mal para entrar en la vida de una persona, como sucedió con el pueblo de Israel en la época de Gedeón. Cambiaron a Dios por los ídolos, entonces los enemigos comenzaron a prevalecer. Fueron siete años de libertinaje absoluto.
Hay personas que desean que Dios las ayude, pero en la práctica le rinden culto a otro dios. Si Él no es lo primero en su vida, tampoco será lo segundo, simplemente no estará con usted. Usted debe entender cómo funciona la relación de la criatura con el Creador, Lo coloca por encima de Su voluntad. Dios no obliga a nadie, pero, a pesar de eso, usted siempre estará obligado a asumir las consecuencias (que no serán buenas).
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