ESTE PRINCIPIO DE JESÚS CAMBIA SU MANERA DE VIVIR
Muchas personas viven solo para quitar lo máximo que pueden… pero Jesús nos enseñó a dar a quien le corresponde. ¿A quién le debe qué cosa? Cuando usted entiende y practica este principio, su vida cambia. No lo ignore. ¡Empiece a vivir según este principio hoy mismo!
«Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra. Y le enviaron sus discípulos junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad […] Dinos, pues, qué Te parece: ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no? Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué Me ponéis a prueba, hipócritas? Mostradme la moneda que se usa para pagar ese impuesto. Y Le trajeron un denario. Y Él les dijo: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? Ellos Le dijeron: Del César. Entonces Él les dijo: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios», Mateo 22:15-22.
Esta respuesta de Jesús va mucho más allá de un simple «paguen sus impuestos y denle a Dios lo que es de Él». El contexto revela algo más profundo: los fariseos Le tendieron una trampa, intentando ponerlo en contra del gobierno romano. No había ningún interés genuino en la respuesta, solo el deseo de acusarlo.
Pero incluso ante la hipocresía y la falsedad, Jesús nos enseñó un principio poderoso: dar a quien le corresponde.
La verdadera enseñanza: dar a quien le corresponde
Este principio es aplicable a todas las áreas de la vida. No se trata solo de asuntos espirituales o civiles, sino de una postura cotidiana, relacional y ética. Vivir con integridad es reconocer las deudas morales, emocionales, espirituales y prácticas que tenemos con los demás — y saldarlas.
1. En el matrimonio
Si está casado, le debe cosas a su cónyuge — y no son favores.
Le debe atención, afecto, presencia, respeto y contacto físico.
El amor verdadero quiere agradar, cuidar y escuchar. No hacerlo es negligencia. Y la negligencia afecta negativamente las relaciones.
2. En el trabajo
Al aceptar un empleo usted firmó un compromiso.
Aunque el salario no sea el ideal, usted aceptó las condiciones. Por lo tanto, debe ser puntual, dedicado y honesto.
Tomar tiempo libre, buscar excusas para ausentarse o aprovecharse de la empresa son formas encubiertas de deshonestidad. Asimismo, los empleadores deben cumplir con sus responsabilidades para con sus empleados — ofrecer apoyo, herramientas y respeto.
3. En la sociedad
Lamentablemente, el principio que prevalece hoy en día es: «quítele todo lo que pueda a los demás».
Muchas personas viven para aprovecharse, explotan, engañan y, si es posible, roban. Esto genera desconfianza, frialdad y relaciones rotas.
4. Con Dios
Jesús incluyó a Dios en la respuesta, aunque la pregunta era sobre impuestos.
¿Por qué? Porque los fariseos no le daban ni lo mínimo a Dios: la verdad.
Vivían de apariencias. Al igual que muchos hoy en día que solo buscan quitarle a Dios — bendiciones, milagros, beneficios — pero no están dispuestos a entregar lo que Él más desea: su corazón.
¿Cómo podemos cambiar este patrón?
La pregunta clave es: ¿A quién le debe qué cosa?
Empiece por Dios. Luego, piense en su familia, su cónyuge, sus padres, sus hijos, sus compañeros de trabajo, su jefe, sus empleados, sus vecinos — e incluso en usted mismo.
Póngase en el lugar del otro.
Luego haga lo correcto. Cumpla su papel. Pague lo que debe — no solo con dinero, sino con actitudes, respeto, amor y responsabilidad.
Este principio simple pero poderoso puede transformar su vida.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.
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