thumb do blog Renato Cardoso
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Envenenada por otra raíz

Aquí va algo que yo no sabía — y, probablemente, usted tampoco. De acuerdo con Paul Wray, un ingeniero forestal de la Universidad de Iowa:

Los árboles pueden compartir los sistemas de raíces. Si dos raíces de la misma especie crecen una junto a la otra, a medida que crecen de diámetro, ellas pueden crecer juntas o injertarse una en la otra. Una de las implicaciones de eso es cuando un árbol está infectado con enfermedades vasculares, estas pueden ser transmitidas a través de los injertos en la raíz.

Por lo tanto, dos árboles que crecen uno al lado del otro pueden juntar sus raíces. Si uno de los árboles está enfermo, puede transmitir la enfermedad a través de sus raíces al árbol sano — pero, aparentemente, el contrario no es correcto, la raíz saludable no puede transmitir salud a la enferma.

Estoy empezando a ver que esas semejanzas entre la vida de los árboles y la vida de las personas no son solamente coincidencias. Como lo dije anteriormente, Dios nos enseña a través de la naturaleza.

La lección aquí es que si usted se junta con alguien que tiene raíces malas, lo más probable es que esas raíces malas contaminen las suyas — en vez de que sus raíces buenas curen las de él.

Evidentemente, esto  le da una gran razón para reconsiderar sobre sus amistades, colegas, socios de trabajo, futuro marido/esposa, y los efectos que aquellos con quienes usted creció tuvieron sobre usted.

Nosotros no podemos curar las raíces malas de otra persona. Ella tiene que hacerlo por sí misma.

Y para que nosotros lidiemos con nuestras propias raíces, a veces tenemos que cortar la mala influencia que otros han tenido o continúan teniendo sobre nosotros.