Hay personas que ganan la vida criticando a los demás. Yo los entiendo. Ellos  tienen por lo menos una boca que alimentar. Si realmente son buenos en esto, que lo hagan.

Lo que no entiendo, son aquellos que lo hacen gratuitamente. Personas patéticas, tristes y vacías, cuya existencia es tan insignificante que tienen que atacar a los demás con el fin de justificar su próximo aliento.

Si por lo menos dedicasen su energía para ayudar un alma menos afortunada, quizás empezarían a sentirse mejores con ellos mismos.

El problema es que no es tan fácil encontrar almas menos afortunadas que  las de ellos mismos.

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