Generalmente, el ser humano piensa que, para ayudar a alguien, debe tener mucho. Por eso, vive diciendo que si tuviera “mucho” podría hacer más por el prójimo. Sin embargo, no funciona así.

Por ejemplo, un estudio mostró que los que más contribuyeron durante la pandemia con donaciones para las personas necesitadas fueron los de bajos recursos, no los ricos. En la Biblia, también encontramos el ejemplo de la viuda pobre (Lucas 21:1-4), que, aunque tenía una condición económica extremadamente limitada, fue la que más ofrendó con relación a los ricos de la época.

El secreto para crecer en la vida y recibir lo que desea es DAR. Sea fiel en lo poco que usted tiene, comience dando lo que puede dar ahora, y lo que necesita será añadido. Desarrolle esta actitud y mentalidad de dar, no solo una vez, sino constantemente. Porque, cuando damos, ganamos crédito con Dios.

Sepa más viendo el siguiente video (11 minutos).

Si usted quiere comenzar a vivir de esta manera, seguramente, ¡se volverá una persona más leve, feliz y exitosa!