thumb do blog Renato Cardoso
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ELIJA SU MIEDO: ¿DE LA MENTIRA O DE LA VERDAD?

Nunca conocí a alguien que dijera: «Me gusta tanto que las personas me mientan». A nadie le gusta la mentira, esta puede causar daños irreparables, como la muerte o la injusticia. La mentira es algo literalmente diabólico. Una de las motivaciones para mentir es el miedo. Dios dijo: «¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, cuando mentiste y no te acordaste de Mí, ni pensaste en ello?…», Isaías 57:11.

Aquí entendemos dos cosas:

Primera: una de las fuentes de la mentira es el miedo (no es la única fuente, porque hay personas que mienten por su mal carácter). Aprendemos esta fuente desde niños. Cuando un niño rompe un vaso y su padre o su madre le pregunta: «¿Tú rompiste ese vaso?», él, con tres años y apenas hablando, dice: «No», porque sus padres le demuestran cierta seriedad que le provoca miedo. Lo mismo sucedió en el jardín del Edén, cuando Adán y Eva se escondieron de Dios porque tenían miedo.

Segunda: ¿El miedo de sufrir alguna represalia fue más grande que Dios? ¿No tuvo recelo de mentir y herir a Dios con esa mentira? Claro que las personas, en su día a día, no piensan en la gravedad de la mentira. Ellas, por ejemplo, hasta las clasifican en «mentiritas». Sin embargo, a veces, sin darse cuenta, la persona cambia a Dios (que es la verdad) por el diablo (que es la mentira). Usted debería temer más mentir que decir la verdad. En el momento en que diga una mentira, se aliará al «padre de la mentira», que es el diablo, ¿y qué piensa que sucederá? La verdad nos blinda. ¿A usted le da miedo mentir o decir la verdad? Vea el video y reflexione sobre el asunto.