¿Vio esas fotos de hamburguesas que aparecen en las publicidades, en las que todos los ingredientes parecen tan perfectos y suculentos que llega a hacerse agua la boca? Lo que sucede es que, la mayoría de las veces, cuando decidimos comprar esa comida, en realidad, notamos que no se asemeja en nada a la foto tan atractiva. La promesa fue grande, pero la realidad dejó mucho que desear. Es una decepción muy grande, ¿no es verdad?

Así son los lazos. Aparentan ser muy buenos, perfectos para nosotros, pero no son nada de lo que prometen. Venden una fantasía, algo demasiado bueno a nuestros ojos, que promete atender lo que necesitamos o queremos, pero la realidad es otra. Estos lazos también terminan en decepción y, lo que es peor, en grandes pérdidas y tragedias.

¡Cuidado! Vigile siempre para que no se deje llevar por estas 4 cosas:

1. Necesidades.
2. Deseos.
3. Distracciones.
4. Amistades.

Jesús nos instruyó: “Velad y orad, para que no entréis en tentación…” Mateo 26:41.
Ahora le corresponde a usted practicarlo diariamente. Aprenda cómo hacerlo al ver este video (14 minutos).