Cuando usted ve en un noticiero la historia de alguien que fue asesinado, o un político que cometió adulterio, la alta tasa de desempleo, o cualquier otro problema o crisis, lo que usted está viendo en realidad es lo que está dentro de las personas.

Lo que no siempre se habla en las noticias es que fue alguien lleno de odio quien cometió aquel asesinato. Fue un político infiel, de mal carácter, con síndrome de poder el que cometió aquel adulterio. Empresarios codiciosos arreglados con un sistema que busca sus propios intereses y no los de los necesitados, son apenas una de las razones que existen por detrás de aquel alto índice de desempleo.

Entonces, lo que usted ve sucediendo físicamente, es sólo el fruto de lo que comienza y está sucediendo dentro de las personas.

¿Usted ya vio un auto haciéndole mal a otro auto? ¿O un pedazo de papel agrediendo a alguien?Claro que no. Las cosas físicas no lastiman a nadie por sí mismas. Los objetos inanimados no pueden hacer nada solos. Tampoco quien ya murió. Entonces tenemos que concluir que nuestros problemas son causados por aquello que viene de adentro de nosotros.

Muy bien. Esta es su situación, los problemas que están ahí, delante de usted, esas luchas que usted ha pasado, en verdad se originan dentro de usted. Cosas como tristeza, odio, rencor, consciencia pesada, depresión, falta de motivación, indiferencia, frustración – y toda una lista de problemas emocionales y espirituales, son lo que realmente está causando los problemas que usted ha pasado.

Siendo así, la solución para sus problemas visibles es resolver los problemas internos, que son invisibles.

Hay cura para esos problemas. Usted puede ser curado de todas esas heridas internas, pero necesita comenzar a buscar la cura para ellas. La enfermedad interna necesita un tratamiento interno.

O, dicho de otra forma: Si usted quiere la paz interior, tiene que vencer la guerra interior.

¿Ha luchado usted su guerra interior? ¿Ha vencido?