El precio de la pereza
Usted trabaja de lunes a lunes. Apenas tiene tiempo para su familia o cualquier otra actividad. En su trabajo todos lo ven siempre ocupado, corriendo para acá y para allá. Hacer es lo suyo. Sin embargo, sus fracasos y su falta de resultados persisten. ¿Dónde está el problema?
Claramente usted no es perezoso para el trabajo físico. Pero quizás lo sea para el mental. Es mucho más difícil, cansador, exige concentración y a veces pura paciencia consigo mismo y con el mundo a su alrededor. Por eso muchos huyen de ese trabajo.
Es más fácil actuar en piloto automático, hacer lo que siempre fue hecho sin preguntar, no intentar entender la situación o el problema que usted tiene que resolver, librarse de eso rápido.
El trabajo físico es lo más fácil de hacer, por eso se paga poco. El trabajo mental es donde está el dinero, la riqueza y el éxito – porque pocos son los que lo hacen.
Su pereza de pensar, analizar, evaluar y razonar puede costarle muy, muy caro.
Ver también:
- Enemigo del pensar
- Demasiado tarde
- No tengo tiempo
- ¿Por qué solo las mujeres buscan mejorar el matrimonio? (1)
- Trolls y viendo lo que quiere ver
- Cómo generar ideas millonarias
- Lo que lo separa de su sueño
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