thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

EL MEJOR MOMENTO PARA CAMBIAR: ¡AHORA!

No importa cuánto se haya equivocado — Dios le da la oportunidad de recomenzar hoy

Si se siente hundido en la culpa, el remordimiento y el dolor por errores del pasado, es hora de detenerse. Deje de culparse. Deje de cavar aún más hondo en ese pozo. El mejor momento para cambiar y hacer lo correcto no es mañana — es ahora.

La Biblia dice: «… he aquí, ahora es el día de la Salvación.» (2 Corintios 6:2)

Eso significa que la oportunidad de comenzar de nuevo está disponible en este mismo instante, independientemente de lo que haya hecho hasta ahora.

¿Se siente perdido, con la conciencia cargada, pensando que arruinó todo? Tal vez su vida está tomando un rumbo que usted nunca quiso seguir. Aun así, Dios le está dando una nueva oportunidad.

Caín tuvo una oportunidad. ¿Y usted?

En Génesis 4, después de que Caín ofreciera una ofrenda negligente a Dios, Él no lo castigó de inmediato. En vez de eso, Dios habló con Caín y lo advirtió:

«Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo».

Dios le mostró que podía hacerlo mejor la próxima vez. Pero él prefirió rebelarse, no contra su propio error, sino contra su hermano. En lugar de aprender, Caín multiplicó su pecado — y mató a Abel.

Muchos hacen lo mismo. Cuando las cosas salen mal, descargan su frustración en los demás: en el cónyuge, en los hijos, en el trabajo, incluso en el tránsito. Están irritados, pero no se dan cuenta de que la raíz de esa ira está dentro de ellos mismos.

¿Está enojado? Use esa ira para cambiar, no para empeorar

Tal vez está enfrentando pérdidas, vicios, conflictos o derrotas. Pero la mayor frustración viene del hecho de que sabe que podría haber actuado de otra manera.

Es momento de reflexionar: «¿En qué me equivoqué?».

Deje el orgullo a un lado. En vez de culpar a los demás, reconozca sus fallas y decida comenzar de nuevo.

No cambiará todo de golpe, pero puede tomar una nueva actitud hoy. Empiece orando, abriendo su corazón a Dios:

«Dios mío, estoy enojado, pero sé que la mayor parte de esa ira es contra mí mismo. Perdóname. Dame fuerzas para cambiar y hacerlo mejor».

Dios no lo condena — Él lo invita a comenzar de nuevo

Recuerde a la mujer adúltera. Jesús no la condenó. Solo le dijo: «Vete y no peques más».

Sintió vergüenza, sí. Pero también tuvo la oportunidad de escribir una nueva historia.

Puede ser que se enfrente las consecuencias del pasado, pero no necesita seguir cometiendo los mismos errores. Basta de hundirse. El cambio comienza cuando deja de cavar y decide mirar hacia arriba.

La decisión es suya

Dios le está dando una oportunidad. ¿La va a aprovechar o seguirá con el ceño fruncido, culpando al mundo y saboteándose?

El mejor momento para cambiar es ahora.

Vea este mensaje completo en el siguiente video.

imagem do author
Colaborador

Obispo Renato Cardoso