Dos curas para el orgullo
El orgullo es la fuente de todos los pecados. Aparece en los lugares más insospechables. Alguien puede estar orgulloso de ser orgulloso, y otros, estar orgullosos de no ser orgullosos. Mientras uno puede enorgullecerse de ser ateo, otro puede enorgullecerse de su devoción a Dios. Muchos conocimientos pueden volver a una persona orgullosa, y aún la ignorancia también puede ser la fuente de orgullo para otra persona. No hay pecado o error humano que pueda ser peor o más nocivo.
Hay dos curas para el orgullo: la humildad y la humillación. La segunda normalmente viene después de que usted se rehúsa a adoptar la primera.
La humildad es una elección: Puede aprenderla y practicarla.
La humillación no es una elección, sino una consecuencia. Eventualmente sucede con el orgulloso como resultado de sus propias actitudes.
La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada. (Isaías 2:11)
Vea también:
• Después de cometer el error
• El orgullo viene antes de la destrucción…
• Curiosidad sobre el orgullo y la humildad
• Cuando usted se da cuenta de que tiene que cambiar
• Sinceramente equivocado
• Nadie nació orgulloso
• Comenzando a aprender
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