¿DÓNDE ESTÁ DIOS O... DÓNDE ESTÁ EL SER HUMANO?
Muchos se preguntan: «¿En dónde está Dios que no ve el sufrimiento humano?» Pero la pregunta correcta es: «¿En dónde está el ser humano que no ve el sufrimiento de Dios?». Dios está viendo su dolor y está listo para ayudarlo, pero es su responsabilidad tomar una decisión: ¡Clamar a Él!
«Porque miró desde lo alto de Su Santuario; el Señor miró desde los Cielos a la Tierra, para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte…» Salmos 102:19-20
Usted que ya se preguntó: «¿En dónde está Dios? ¿Por qué no ve mi sufrimiento? ¿Por qué no me ayuda?». Tal vez se sienta olvidado, preso a en una rutina de dolor, deseando que, incluso, la muerte sea un alivio. Pero el Texto Sagrado muestra claramente que Él tiene ojos y oídos para los que sufren.
Dios ve el sufrimiento humano
Por lo tanto, Dios no es indiferente ante el dolor humano. Él mira desde el cielo y escucha el gemido de los que sufren. Aun así, mientras muchos se preguntan: «¿En dónde está Dios?», tal vez la pregunta debería ser: «¿En dónde está el ser humano?»
Después de todo, Dios también puede preguntar: «¿Por qué el ser humano no Me ve? ¿En dónde están los que ignoran que Yo vine al mundo, sufrí, morí por ellos, les dejé Mis palabras registradas, pero, aun así, no Me reconocen?».
El sufrimiento y la libertad de decisión
Dios respeta el libre albedrío. Él no fuerza la entrada en la vida de nadie. Es necesario querer escucharlo. Por ejemplo, un hombre en situación de calle en Londres, a quien Cristiane intentó ayudar en los 90. Al ver a ese hombre, ella salió del auto, impulsada por una compasión para hablarle de Jesús, pero él reaccionó con hostilidad, gritando que se aleje de él.
Tal vez, si ella le hubiera ofrecido dinero, él aceptaría. Para muchos, es más fácil aceptar una limosna que la propuesta de cambio de vida que viene de Dios. Pero ¿cuántas limosnas ya había recibido y, aun así, seguía en la calle?
Esta historia retrata una realidad espiritual: no siempre, la ayuda se rechaza por falta de oportunidad, sino por una resistencia interior.
Dios ya tomó Su decisión
Jesús vino al mundo, asumió una forma humana, sufrió y murió injustamente, todo por amor. Él ya hizo Su parte. Extendió Su mano; sufrió y murió en nuestro lugar. Lo que ahora falta no es la acción de Dios, sino nuestra decisión.
Dios lo ve donde nadie más lo hace
Usted puede estar en un hospital, en una cárcel, debajo de un puente o en una casilla. Puede sentirse invisible, pero Dios lo ve. Él contempla a los presos, a los presos por el dolor, la depresión, la angustia, los pensamientos de muerte. Él ve su gemido y quiere liberar a los sentenciados a muerte. Pero hay una condición: usted necesita clamar. Dios ya tomó una decisión, ahora le toca a usted.
¿Cuál será su respuesta?
Usted puede seguir preguntando en dónde está Dios, o puede reconocer que Él lo está esperando.
Si usted dice: «Señor, perdóname, ayúdame, quiero cambiar de vida, quiero salir de este dolor; no quiero más vivir lejos de Ti», Él lo escuchará, le extenderá la mano y transformará su vida.
Dios es real, Él les responde a los que Lo invocan. Sin embargo, la decisión está en sus manos.
Vea el mensaje completo en el video.
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