DEJE DE CULPAR A DIOS POR SUS PROBLEMAS
La verdad que pocos asumen es esta…
Una verdad que nadie quiere admitir es que, en el fondo, el ser humano no quiere que Dios exista, porque no quiere recibir órdenes, no quiere obedecer, no quiere tener a nadie por encima de él diciéndole cómo debe vivir.
En realidad, al ser humano le gustaría ser Dios, pero no tener un dios por encima de él. Esta es la condición humana más básica, nuestra condición caída. La Palabra nos muestra exactamente eso en Ezequiel 8:12:
«Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve el Señor; el Señor ha abandonado la Tierra».
Cuando el ser humano no quiere someterse al verdadero y único Dios, crea un dios para sí mismo. Un dios que lo aceptará como es, un dios que satisfará sus gustos y caprichos.
Entonces, los ancianos pintaban imágenes de ídolos dentro de las cámaras del templo y decían entre sí: «El Señor no nos ve, el Señor abandonó la Tierra hace mucho tiempo, nosotros estamos aquí solos y hacemos lo que nos parece». Esta era la posición de aquel pueblo, de los que supuestamente deberían guiar a las personas.
El ser humano se equivoca, el ser humano desordena la Tierra, el ser humano hace todo lo que Dios ordena que no haga, causando todo tipo de sufrimientos en este mundo, y después se vuelve a Dios y dice: «¿Ves lo que hiciste? Mira el resultado de la Tierra que Tú creaste, es Tu culpa». Es decir, el ser humano le echa la culpa a Dios de lo que hace.
Usted debe tomar una decisión
Si admitimos que Dios existe, entonces hay un Creador, alguien superior a nosotros a quien lógicamente debemos rendirle cuentas. Por este motivo, es mejor empezar a vivir de acuerdo con Sus leyes, porque, si no vivimos de acuerdo con Él, cuando pasemos por el juicio, seremos encontrados en falta y estaremos del lado equivocado en el juicio final.
En otras palabras, si admitimos que todo eso es verdad, debemos tomar una decisión: o nos encuadramos en Sus leyes, debajo de lo que Él determinó: «No soy Dios, no puedo salir por ahí creando dioses para mí mismo»; o elegimos ignorarlo, aun sabiendo que Él existe, y seguir viviendo a nuestra manera, por nuestra cuenta y riesgo.
Dejemos de culpar a Dios por la confusión que causamos y por los problemas en los que nos metimos; asumamos nuestra responsabilidad. Eso es más justo, más limpio, más honesto. Si quiere admitir que realmente Él existe, comience a vivir de acuerdo con Su Palabra, porque si no, su fe es necia.
¡Vea el video completo y fortalezca su caminata con Dios!
Participe de una reunión en el Templo de Salomón, los domingos a las 9:30 h. Gratuito y abierto al público. Para más información, ingrese a: www.otemplodesalomao.com
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