Tengo una buena noticia para usted que recibió malas noticias:

«¡Aleluya! Bienaventurado el hombre que teme al Señor, y en Sus mandamientos se deleita en gran manera.» Salmos 112:1

La Biblia habla del temor a Dios como el único temor que debemos tener en la vida. Si tememos a Dios, no debemos temerle a nadie más.

Preste atención: usted que está ahí y no sabe qué hacer, dentro de poco tiempo, Dios iluminará su entendimiento y sabrá exactamente qué hacer.

«Su descendencia será poderosa en la Tierra. La generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre. Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos. Es clemente, misericordioso y justo. El hombre de bien tiene misericordia, y presta. Gobierna sus asuntos con juicio, por lo cual no resbalará jamás. En memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias. Su corazón está firme, confiado en el Señor. Asegurado está su corazón; no temerá, hasta que vea en sus enemigos su deseo.» Salmos 112:2-8

¿Usted cree en esta Palabra? Si cree, ahora, con esta palabra, reciba paz en su corazón. Sea libre de esa pésima noticia que lo llenó de miedo. Usted que prendió el celular esta mañana y recibió un mensaje con una mala noticia, no tema. Si confía en Dios, ya no tendrá que temerle a nada ni a nadie.

Es como dice el Salmo 27: «El Señor es mi luz y mi Salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?», Salmos 27:1.

Este temor no es miedo, sino el respeto que usted le tiene a Dios, que se confirma por medio de sus actitudes con relación a Él. No basta decir que teme a Dios. Usted sabe que Lo respeta a causa de su comportamiento delante de Él. Incluso cuando nadie lo ve, usted Lo respeta. Este temor funciona como un freno que le impide hacer algo que agreda su relación con Dios. Usted Lo trata como Señor. Él es temible y usted respeta Su soberanía, Su santidad. Él siempre está en lo cierto. Él es Dios y usted una mera criatura. Por eso, a veces, aun sin estar de acuerdo, obedece y cumple Su Voluntad.

Cuando usted tiene esta relación, Él lo resguarda. Si lo amenazan, usted erguirá su nariz y sacará pecho. Si Dios está con nosotros ¿Quién se atreverá a venir en nuestra contra?

Vea el siguiente video.