Ninguna raíz nace sin semilla. La semilla debe ser plantada y recibida en la tierra. De ahí viene la raíz. Por lo tanto, hay una fuente y un receptor. La fuente es la semilla. El receptor es la tierra. El resultado es la raíz que da luz al árbol y a sus frutos.

Sin fuente emisora y sin un receptor, no sucede nada.

Lo mismo ocurre con la electricidad, con las ondas de radio, el Internet, el teléfono, y todas las fuentes de energía y de comunicación. Para que funcionen, es necesario un receptor. La energía existe en todo momento y en todas partes – pero sólo es eficaz cuando hay una conexión entre el emisor y el receptor.

En el mundo espiritual no es diferente. El mal ha emitido energía negativa hacia los humanos. Pero el que aprende a «apagar el receptor» de la negatividad y a no recibir la energía del mal, no se ve afectado por ella – por lo tanto, la raíz del mal no brota.

Pero el Bien también ha diseminado su energía positiva. Y la fe es el receptor de la energía de Dios  transmitida a través de Su Palabra. El que recibe Su Palabra (cree), es bendecido.

Vea que maravilloso ejemplo:

Dijeron los apóstoles al Señor: —Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: —Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: “Desarráigate y plántate en el mar”, y os obedecería. Lucas 17:5,6

Cuando una oración no es contestada, se dice: «La fe fue pequeña.» Esto es un engaño. El tamaño de la fe no influye en nada. ¡Lo que influye es si esa fe acepta al 100% la Palabra de Dios o no! Esta fe sin duda, el 100% receptora de la Palabra de Dios nos da la autoridad para decirle a cualquier problema «Sé arrancado por la raíz y ve a plantarte en el infierno» – y él lo hará!

Por lo tanto, toda y cualquiera mala raíz que se encuentra en su vida puede ser cortada a través de esta fe. Es esta energía de Dios que penetra donde el psicólogo no puede, donde la medicina no llega, y la inteligencia humana es insuficiente. ¡Ella es capaz de todo, porque todo es posible al que cree –  al que recibe la Palabra de Dios sin dudas!

Ahora mismo, allí donde usted está, ¡usted puede recibir esta energía que le estoy pasando!