thumb do blog Renato Cardoso
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¿Conviene?

¿Quiere progresar en la vida? Reflexione: «¿Esto realmente me ayuda a crecer o es solo una pérdida de tiempo?» Muchas cosas parecen inofensivas, pero no todo conviene… ¡Descubra cómo pequeñas decisiones pueden hacerlo avanzar o retroceder!

He aquí una pregunta de una sola palabra que debemos hacernos a menudo: ¿Conviene?

En 1 Tesalonicenses 4:1, el Espíritu Santo habló a través de Pablo:

«Por lo demás, hermanos, les rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que conforme aprendieron de nosotros acerca de cómo les conviene andar y agradar a Dios, tal como están andando, así sigan progresando cada vez más». 

Todo el mundo quiere progresar cada vez más, crecer económicamente, espiritualmente, emocionalmente, en todos los sentidos. Nadie quiere retroceder, sin embargo, el camino para el progreso, según la Palabra de Dios, es andar de la manera que conviene y de la manera que agrada a Dios.

Es decir, «conviene» del verbo «convenir», se refiere a lo que es conveniente, apropiado, que tiene un propósito positivo. Entonces, si algo le conviene es porque le hace bien. Y, si no le conviene, es lo opuesto.

Entonces, cuando empieza a preguntarse más a menudo, en determinadas situaciones «¿conviene?», empieza a darse cuenta de cuántas cosas hace que no le convienen por quién es y por quién quiere ser. Porque si quiere progresar cada vez más, hay ciertas cosas que no coincidirán con su objetivo.

Veamos algunos ejemplos prácticos de la vida cotidiana:

  • Ver fútbol todo el fin de semana, ¿le conviene? Si usted es un joven de 14 años y aspira a ser un jugador profesional, diría que le conviene. Ahora bien, si es un padre de familia, un marido, ¿le conviene pasar todo el fin de semana ignorando a su esposa, a sus hijos y haciendo solo lo que le gusta? A su esposa y a sus hijos les debe dar atención, presencia y participación. ¿Le conviene estar atrapado en los partidos de fútbol todo el tiempo?
  • ¿Le conviene permanecer en ese estado vegetativo frente a un celular, un televisor, una computadora e ignorar a su familia todo el tiempo? Usted, mujer, tiene que preguntarse si le conviene pasar horas y horas en internet deslizando el dedo por la pantalla del celular, viendo videos; tiene cosas que hacer, que solucionar y se queda en ese letargo. ¿Le conviene hacerlo? ¿Progresará haciendo esto? A esto se refiere el texto anterior.

Así que, empiece a preguntarse si la forma en la que está viviendo es conveniente para usted. Y si es verdadero y sincero, notará que, aunque por un lado eso le guste, por otro lado, el lado del juicio, de la razón, y el lado por el que el Espíritu de Dios le habla, le dice que debe arrancar eso de su vida.

Cuídese a sí mismo, usted es el responsable de sus elecciones y decisiones. Así que, asegúrese de que aquello en lo que invierte su tiempo y lo que decide hacer sea lo que le conviene; y, si no le conviene, córtelo de su vida, sin misericordia.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso