thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

Cómo vencer el cáncer emocional

 

Pedido de ayuda y orientación del amigo Caio que nos escribe:

Fui de la IURD, me casé en la Iglesia, pero me fui porque me decepcioné. ¿Por el robo que cometió un pastor? ¿Por el mal testimonio de un obrero? ¿Por quedarme escandalizado con alguna doctrina predicada o una campaña? ¿O por las denuncias de los medios? Nada de esto. Salí por el mismo motivo que se van obispos, pastores, obreros y miembros como yo: se decepcionan consigo mismos, se entregan a algún sentimiento que tomó el lugar de la fe.

Intenté regresar varias veces, intenté cambiar, pero ¡fue en vano! Soy el tipo de persona que usted describió en este video… y agrego algunos agravantes: hoy tengo fobia de la vida, tengo un gran deseo de no existir más (solo me falta el valor para hacerlo), he tenido ganas de desaparecer, convertirme en un mendigo en cualquier ciudad de Brasil. Y digo esto viviendo en una situación de alguna manera confortable, tengo casa, carro, estoy casado, tengo una empresa, salud, inteligencia; no tengo vicios ni estoy pasando por problemas graves, simplemente no tengo motivación o nada que me haga encontrarle una mínima motivación en esta vida. Para serle sincero, he perdido la fe. Ore por mi y que ¡Dios sea contigo!

Le respondí a Caio, y le pedí permiso para publicar su e-mail y mi respuesta, pues creo que será útil para muchos…

– Caio, no creo que usted “perdió” su fe. La fe está unida a la vida, por lo tanto si usted está leyendo esto, es porque está vivo y aún hay fe dentro de usted. Lo que pasa es que esta fe está siendo ahogada por algo, y la fe necesita “respirar”. El oxígeno de la fe es oír la Palabra de Dios como un niño.

Además, la hipersensibilidad es, en esencia, un cáncer emocional. Cuando perdemos el control de nuestras emociones, especialmente las malas, estas van tomando cuenta nuestra salud espiritual. La medicina enseña que no hay cura para el cáncer. Por eso la única solución es arrancar todas las células cancerígenas. Lo mismo se aplica  al cáncer de la emoción. Tenemos que arrancarla de dentro de nosotros, dejar de alimentarla, ignorarla, despreciarla hasta que pierda toda su fuerza en nosotros.

Eso sucede a través de la inteligencia, del razonamiento. Tenemos que aprender a cuestionar nuestras emociones y estar por encima de éstas.

Las emociones no son cosas reales. Son solamente sentimientos temporarios. ¿Cuántas emociones usted ya tuvo en el pasado?… ¿ Y dónde están hoy? Las emociones pasan rápidamente, pero las decisiones que tomamos son para siempre.

Entonces Caio, use su cabeza para lo espiritual, así como la ha usado en su empresa y en otras áreas. Usted va a vencer.

Estoy orando por usted.