CÓMO LIDIAR CON LAS MALAS NOTICIAS: 3 COSAS QUE HACER
Las malas noticias forman parte de la vida — es algo seguro. Pero ¿cómo reaccionar cuando llegan? En este video va a aprender 3 pasos simples y poderosos para enfrentar esos momentos con la fe inteligente
¿Cómo debe reaccionar al recibir una mala noticia? ¿Cómo enfrentarla sin desmoronarse, sin desesperarse, sin empeorar la situación?
Una cosa es segura: en algún momento de la vida, llegarán malas noticias. Y, cuando llegan, nos alcanzan como un duro golpe. Por eso, si no esta preparado puede terminar cayendo.
Vea lo que dice el Salmo 112 sobre eso:
«No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor».
Salmo 112:7
Este salmo nos muestra que necesitamos estar preparados antes de que lleguen las malas noticias, para que podamos enfrentarlas de forma firme y victoriosa. A continuación, comparto tres actitudes importantes para lidiar con malas noticias:
1 – Temer a Dios y tener placer en Sus mandamientos
«Cuán bienaventurado es el hombre que teme al Señor, que mucho se deleita en Sus mandamientos.» Salmos 112:1
El temor al Señor debe ser la prioridad en nuestra vida. Cuando tememos a Dios, no tememos a más nada y más nadie. El propio Jesús enseñó que no debemos temer a quien puede matar el cuerpo, pero sí a Aquel que puede lanzar el cuerpo y alma en el infierno — o sea, Dios (Mateo 10:28).
Por lo tanto, toda autoridad y poder Le pertenecen a Él. Y, cuando nuestro corazón está fundamentado en ese temor, no nos quebramos delante de las malas noticias. Dios se convierte en nuestra retaguardia, nuestra garantía, nuestra seguridad.
Aun delante de la peor noticia, puede apegarse a Él, agarrarse firme de Su mano. Él va a fortalecerlo para resistir.
2 – Confiar en Dios
«No temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor.»
Salmos 112:7
El segundo paso es la confianza. Confiar en Dios es aceptar que, aun sin saber cómo, cuando o por qué, Él está al control.
Confiamos en muchas cosas diariamente sin tener total seguridad — como al tomar un remedio, confiando que fue recetado correctamente y fabricado conforme la fórmula correcta. No probamos el remedio, solamente lo tomamos.
Así es la fe en Dios: aun sin ver, confiamos. El corazón firme en Dios es el antídoto contra la desesperación, la ansiedad y el miedo de las preguntas que surgen en momentos difíciles: ¿Y ahora? ¿Qué voy a hacer?
La confianza nos impide dejar que una mala noticia nos invada el corazón y nos quite la estabilidad.
3 – Pregúntese a sí mismo: “¿Qué puedo hacer respecto a eso?”
Recibí una mala noticia, ¿y ahora? ¿Qué puedo hacer que esté a mi alcance?
Lo que no está en sus manos, entrégueselo a Dios. Pero lo que está a su alcance, hágalo. Concentre sus fuerzas y energía en aquello que puede realizar usted. Enfóquese en eso — y actúe.
De esa forma, usted atravesará la tempestad sin miedo, con confianza. Va a llegar el momento en el que usted mirará para atrás y verá cuan fuerte fue y cómo Dios lo guio en aquel tiempo de tribulación.
En resumen:
- Viva con temor de Dios constantemente.
- Confíe 100% en Él, en Su Palabra y en Su carácter.
- Pregúntese: “¿Qué puedo hacer sobre esto ahora?”
Lo que esté más allá de eso está en las manos de Dios.
Escuche el mensaje completo en el siguiente video.
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