Cómo librarse de la maldición del pecado

Todos desean dejar un legado familiar. Pero ¿y si su apellido fuera Hitler?

Los sobrinos nietos del dictador, que viven en los Estados Unidos, decidieron no casarse ni tener hijos. Todo para impedir la perpetuación de un nombre asociado a la maldad extrema.

Esta actitud revela un punto importante: ciertas herencias son demasiado pesadas. Y, así como el apellido Hitler, existe una herencia espiritual mucho peor: el pecado.

El pecado es hereditario

Desde Adán y Eva, el pecado se esparció como una enfermedad genética. Los médicos le preguntan sobre sus antecedentes familiares porque algunas enfermedades se transmiten de padres a hijos. Lo mismo sucede con el pecado.

La prueba es simple: ¿ya encontró a alguien perfecto? La Biblia dice:

«… por cuanto todos pecaron y no alcanzan la Gloria de Dios…». Romanos 3:23

Esa «enfermedad» contamina a toda la humanidad, convirtiendo al ser humano en esclavo del mal.

Avances sin una transformación interior

Vivimos en la época más tecnológica y rica de la historia. Tenemos la inteligencia artificial, comodidad e información sin límites. Pero el ser humano no mejora. Por el contrario, está más frío, vacío e inmoral. Ningún avance humano puede arrancar la maldición del pecado, así como los remedios no curan la enfermedad espiritual.

La respuesta no está en la ciencia, sino en la Palabra de Dios:

«Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la Presencia del Señor…». Hechos 3:19

El arrepentimiento y la conversión traen el perdón definitivo a través de Jesucristo.

Él borra los pecados como el que extirpa un cáncer del cuerpo. Con el Espíritu Santo, llega el alivio del alma y una nueva naturaleza.

Un nuevo ADN espiritual

El que se entrega a Dios recibe un nuevo nacimiento y corazón, inclinado a obedecerlo. No es necesario borrar el propio apellido o negar la descendencia.

Dios ofrece un nuevo ADN espiritual, un nuevo linaje, un nuevo nombre.

Decisión personal

No importa su pasado o los errores que cometió. Usted puede recibir perdón y una nueva naturaleza. Basta con:

• Arrepentirse
• Bautizarse en las aguas
• Buscar al Espíritu Santo

Así, los tiempos de refrigerio llegarán a su alma.