«Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.» Proverbios 4:18

Este proverbio se refiere a cómo trabaja Dios, cómo funciona el camino de los que eligen andar en la justicia.

He visto un error muy común en las personas, el error de la ansiedad, de querer que las cosas sucedan rápido, casi como por arte de magia. He visto personas que desean tener un matrimonio feliz, pero que nunca sembraron la felicidad en la pareja; personas que desean una salud perfecta, pero solo sembraron enfermedades; personas que quieren tener paz y comunión con Dios, pero solo sembraron enemistades y división. Es decir, siembran una cosa y desean cosechar otra, y, cuando no cosechan, se enfadan, se frustran, se llenan de ansiedad, culpando a todo y a todos, incluso a Dios. Entonces, estas personas no tienen conciencia de esta senda de los justos.

La senda son los caminos y el amanecer es el alba. Si usted ha visto el amanecer, entiende lo que el texto quiere decir. Cuando la noche llega a su punto más oscuro, comienza el amanecer, porque a partir del punto más oscuro solo puede aclarar.

En otras palabras, el día no amanece como cuando encendemos el interruptor y la luz se prende al instante, pasando de la oscuridad a la luz en cuestión de segundos. De la noche a la mañana hay un tiempo que va pasando y, poco a poco, esa oscuridad se disipa, dándole paso a la luz del amanecer.

Aquí hay una gran lección.

El que elige andar en la justicia no verá su vida cambiar de la noche a la mañana. Cuando usted camina por el camino correcto, colecciona aciertos que se suman y le traen esa luz de la aurora que va haciendo que su vida mejore hasta que el día sea perfecto. Así es como trabaja Dios, Él no trabaja con inmediatez, con un chasquido de dedos para que de repente todo cambie en su vida. Por supuesto que hay cosas en nuestra vida que son cruciales, son puntos de cambio, pero en general nuestra vida no cambia por arte de magia. Son miles de pequeñas decisiones acertadas que nos hacen decir así: «Todo en mi vida está en su debido lugar».

Tal vez usted se sienta ansioso y enojado porque las cosas tardan en suceder, entonces es eso lo que debe cambiar en su interior.

Porque, cuando hacemos algo correctamente, estamos sembrando con base en lo que está escrito, y la Palabra de Dios no falla, garantiza el resultado. Entonces, si estoy haciendo lo correcto, solo necesito esperar y confiar.

Por lo tanto, aleje la ansiedad, la expectativa de magia, porque Dios no trabaja con magia, sino con la Palabra, y el que obedece cosechará su fruto.