thumb do blog Renato Cardoso
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«CAIGA 7, LEVÁNTESE 8» - O MEJOR AÚN, ¡HAGA ESTO!

Existe una frase que usan mucho quienes les gusta motivar a las personas: «Caiga siete veces, pero levántese ocho». Esta frase se basa en el siguiente pasaje: «Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal», Proverbios 24:16.

Para empezar, vemos que el versículo habla del justo. El «justo» no es una persona perfecta, que no peca, sino la que cree en Dios y vive considerando lo que Él dice. Es decir, no ignora a Dios, busca andar siempre en la justicia, en lo que Él determina. Por otro lado, el impío, mientras no se arrepiente, tropieza y se queda caído. Entonces, si cayó por su propia maldad, el camino para levantarse es el del arrepentimiento, buscar el perdón de Dios, recomenzar y decidir cambiar de vida. El impío debe arrepentirse de su mal.

Ahora bien, el número siete significa que puede suceder que el justo tropiece, pero este debe levantarse la cantidad de veces que sean necesarias. Esto puede darse por falta de atención, por no vigilar o por creer que, por estar con Dios, es inmune a la tentación. Sepa que, aunque esté lleno del Espíritu Santo, si no vigila, caerá ante sus inclinaciones, porque usted aún es carne. Así como sucedió con David, que cayó en la tentación de Betsabé.

Sin embargo, el justo no puede dejar que la voz de la acusación se quede en su cabeza diciéndole: «Te equivocaste, pecaste, Dios nunca te perdonará». El trabajo del diablo es acusar a la persona, y la memoria de esta persona también la acusa. Para el justo, la culpa es aún peor, porque piensa: «Yo sabía, tenía conocimiento. Tuve mal carácter, ignoré todo lo que sabía. Todo lo que les enseñé a los demás, lo ignoré».

Sepa que quedarán registradas todas las veces que caiga. No logrará borrar eso de su memoria. Estará en su currículo emocional y mental, entre las personas que conocen su historia. Así como, aún hoy, conocemos la historia del rey David.

No obstante, este versículo puede motivar a quien cayó. Sepa que es posible levantarse, hay una solución para usted, sea «justo» o «impío». Arrepiéntase y levántese. Dios le da esa oportunidad.

Aun así, sea más inteligente: no caiga ni una vez y siga de pie. Vea el video y reflexione sobre este mensaje.
Existe una frase que usan mucho quienes les gusta motivar a las personas: «Caiga siete veces, pero levántese ocho». Esta frase se basa en el siguiente pasaje: «Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal», Proverbios 24:16.

Para empezar, vemos que el versículo habla del justo. El «justo» no es una persona perfecta, que no peca, sino la que cree en Dios y vive considerando lo que Él dice. Es decir, no ignora a Dios, busca andar siempre en la justicia, en lo que Él determina. Por otro lado, el impío, mientras no se arrepiente, tropieza y se queda caído. Entonces, si cayó por su propia maldad, el camino para levantarse es el del arrepentimiento, buscar el perdón de Dios, recomenzar y decidir cambiar de vida. El impío debe arrepentirse de su mal.

Ahora bien, el número siete significa que puede suceder que el justo tropiece, pero este debe levantarse la cantidad de veces que sean necesarias. Esto puede darse por falta de atención, por no vigilar o por creer que, por estar con Dios, es inmune a la tentación. Sepa que, aunque esté lleno del Espíritu Santo, si no vigila, caerá ante sus inclinaciones, porque usted aún es carne. Así como sucedió con David, que cayó en la tentación de Betsabé.

Sin embargo, el justo no puede dejar que la voz de la acusación se quede en su cabeza diciéndole: «Te equivocaste, pecaste, Dios nunca te perdonará». El trabajo del diablo es acusar a la persona, y la memoria de esta persona también la acusa. Para el justo, la culpa es aún peor, porque piensa: «Yo sabía, tenía conocimiento. Tuve mal carácter, ignoré todo lo que sabía. Todo lo que les enseñé a los demás, lo ignoré».

Sepa que quedarán registradas todas las veces que caiga. No logrará borrar eso de su memoria. Estará en su currículo emocional y mental, entre las personas que conocen su historia. Así como, aún hoy, conocemos la historia del rey David.

No obstante, este versículo puede motivar a quien cayó. Sepa que es posible levantarse, hay una solución para usted, sea «justo» o «impío». Arrepiéntase y levántese. Dios le da esa oportunidad.

Aun así, sea más inteligente: no caiga ni una vez y siga de pie. Vea el video y reflexione sobre este mensaje.