El Black Friday ganó espacio en todo el mundo como el “día de las grandes promociones”. Pero pocos conocen su origen. El término nació en Estados Unidos, justo después del Día de Acción de Gracias, celebrado siempre el último jueves de noviembre.

Este feriado, inicialmente religioso, surgió cuando los primeros peregrinos decidieron agradecer a Dios por la cosecha en la nueva tierra. Con el tiempo, el Día de Acción de Gracias se transformó en uno de los más importantes del país, marcado por reuniones familiares y expresiones de gratitud.

Cómo se convirtió en un negocio millonario el Black Friday

El viernes después del feriado se volvió, de manera natural, un día de compras. Las personas estaban en casa, sin trabajar, listas para aprovechar el fin de semana largo. El comercio rápidamente percibió la oportunidad.

Así nació el Black Friday: el inicio de la temporada de ventas de fin de año. El nombre se popularizó porque, ese día, las tiendas “salían del rojo y entraban en el black (negro)”, es decir, comenzaban a tener un lucro significativo.

Cuando el Black Friday se convierte en Red Friday para los consumidores

Si los comerciantes “entran en azul”, muchos clientes hacen el camino opuesto. La presión por comprar regalos, ropa, viajes y aprovechar ofertas empuja a miles de personas al endeudamiento.

Brasil ilustra bien esta realidad: cerca del 80% de las familias están endeudadas. Aun así, mucha gente se lanza a compras impulsivas, creyendo que no puede “perder la promoción”. Para estas personas, el Black Friday se transforma en un Red Friday, porque pasan del azul al rojo.

El ciclo de la esclavitud financiera

Después del Black Friday vienen las promociones de Navidad, y después las liquidaciones de enero. Y así sigue…

La verdad es que la esclavitud moderna no usa cadenas metálicas, sino tarjetas de crédito y ofertas “imperdibles”…

Para quien desea prosperar y crecer, entender este movimiento es fundamental. Necesitas estar por encima de la presión del consumo y no actuar por impulso. Es hora de poner los pies en la tierra y hacer elecciones conscientes.

Lo que realmente permanece

La Biblia afirma en 1 Juan 2:17:

“Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

El mundo cambia, las tendencias pasan, las personas pasan (…), los íconos del pasado desaparecen. Pero quien vive con prioridades correctas y hace la voluntad de Dios construye algo eterno, y solo podrá hacerlo quien tiene el verdadero tesoro, lo que realmente importa.

Por último, mira el mensaje completo en el video, aprende a usar la fe con inteligencia y no te dejes llevar por las olas del mundo.