La única posibilidad de que el mal venza el bien es que el bien desista. Ponga esto en su corazón. Tal vez usted, como yo, como todos los que son del bien, se siente desanimado y piensa: «¿De qué sirve hacer el bien? Parece que quien es del mal prospera, siempre está en una posición de ventaja. ¿De qué sirve hacer el bien si los que hacen el mal parecen zafar?».

La Biblia habla mucho sobre esto. Quiero compartir con usted algunos pensamientos de los antiguos sobre este tema. Usted no es el primero que piensa así. Preste atención: «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal», Romanos 12:21.

En otras palabras, para que el mal venza, usted debe permitirlo. La tentación de los que sufren el mal es luchar con las mismas armas del mal. Las malas personas usan el engaño, la injusticia, porque no respetan ninguna regla. Si usted hace el mal con el mal, pasará a estar del lado de los perdedores. La Palabra nos enseña que, si usted quiere vencer el mal, debe seguir haciendo el bien.

«Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante Su presencia.» Eclesiastés 8:12

Es decir, el pecador hace el mal varias veces y parece que todo estuviera bien. Algunas personas incluso pierden la fe por esta razón. «Si Dios existe, Se olvidó de mí.» Muchos pierden la fe por estas deducciones equivocadas. Pero Salomón dijo que el bien les sucede a los que Le temen a Dios. Usted debe ver el resultado final. Cuando ve un partido de fútbol, lo que más importa es el marcador. El que ríe último es el verdadero ganador.

Entonces, guarde esta Palabra con usted: lo que importa es que no desista de hacer el bien. No haga el bien esperando aplausos, haga el bien porque es lo correcto, a causa de Dios.

«Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.» 1 Pedro 3:17

Es mejor tener una pérdida temporaria que un daño irreparable. Renueve sus fuerzas, recorriendo el camino del bien. Recuerde que lo que importa es el marcador del final del partido.

Medite sobre este mensaje con el siguiente video.