thumb do blog Renato Cardoso
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AYUNO DE ZACARÍAS: QUÉ ES, CÓMO HACERLO (¡y cambie su vida!)

Participe con nosotros de este Ayuno que transformará su manera de pensar, de hablar y, por consiguiente, cambiará todo a su alrededor.

¿Le gustaría tener más energía, disposición, menos ansiedad, menos dudas; ser una persona menos negativa o detectar la negatividad de inmediato y alejarse de ella?

Entonces, necesita saber qué es y cómo hacer el ayuno de Zacarías.

La Palabra de Dios dice: «Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto». (Proverbios 18:21)

Usted puede encontrar la historia de Zacarías, el padre de Juan el Bautista, en el capítulo 1 del Evangelio de Lucas.

Zacarías era un sumo sacerdote y, un día, estaba en el templo cumpliendo con sus obligaciones, cuando el Ángel Gabriel se le apareció y le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento.  Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Y él hará volver a muchos de los hijos de Israel al Señor su Dios. E irá delante de Él en el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto». (Lucas 1:13-17)

Ante tal declaración del Ángel, ¿qué imagina usted que Zacarías debería haber respondido?

En mi opinión, todo lo que Zacarías tenía que haber dicho era: «¡Gracias a Dios!», «¡Amén, mi Dios, gracias! ¡No lo merezco, pero gracias a Dios!» Después de todo, él era un hombre de fe, un sacerdote. María, por ejemplo, una joven que no servía en el templo, solo una niña, cuando recibió el mensaje de Gabriel de que daría a luz un hijo, aunque no estuviera casada, simplemente dijo: «¡Que así sea, heme aquí!».

A diferencia de ella, Zacarías cuestionó al Ángel: «¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada.» (Lucas 1:18)

Es decir, él dudó, puso obstáculos, como si Dios no pudiera cumplir Su Palabra.

«Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.» (Lucas 1:19-20)

Qué lección tan dura, ¿verdad? Zacarías quedó mudo de inmediato y permaneció así durante nueve meses, hasta que nació Juan el Bautista y volvió a hablar.

Por lo tanto, el Ayuno de Zacarías no es un ayuno de alimentos, ni es como el Ayuno de Daniel, que involucra la abstención de información secular. El Ayuno de Zacarías consiste en renunciar a las quejas, murmuraciones, palabras negativas, reclamaciones y dudas que son comunes en nuestro día a día.

Vea lo que dice la Palabra de Dios: «El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias». (Proverbios 21:23)

Es decir, cuando controlamos lo que decimos, traemos paz a nuestra alma. De lo contrario, atraemos angustias.

Otro proverbio también enseña: «El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina».(Proverbios 13:3)

Muchos se destruyen con sus propias palabras y afectan a los que están a su alrededor. Quien escucha quejas constantemente termina siendo contaminado por esa negatividad, creando un ambiente de pesimismo, ansiedad y falta de disposición. Las palabras tienen impacto sobre nuestro cuerpo y estado emocional. Si alguien le pregunta: «¿Cómo estás?» y usted responde con entusiasmo, su cuerpo refleja esa energía. Si responde negativamente, su cuerpo también siente el peso de esas palabras.

La Biblia dice en Santiago 3:3: «Mira que ponemos freno en la boca de los caballos, para que nos obedezcan; y dirigimos todo su cuerpo.» Así como un caballo es controlado por el freno, el ser humano es controlado por su propia boca.

Hacer el Ayuno de Zacarías es vigilar sus palabras, ser consciente de lo que piensa y dice, eliminar la negatividad y cultivar gratitud, fe y energía.

Entonces, ¿cómo hacer el Ayuno de Zacarías? No necesita hacerlo durante nueve meses como Zacarías, pero puede empezar con 21 días. Le sugiero que comience este domingo, 2 de marzo. Durante ese período, vigílese, cuide sus palabras y pensamientos, y elimine la negatividad de su lenguaje. Serán 21 días sin quejas.

Invite a alguien a hacer este ayuno con usted. De esta manera, uno puede ayudar al otro a vigilarse. Si esa persona dice algo negativo, diga: «Zacarías, Zacarías…» y entenderá el mensaje.

Recuerde: ¡si no puede decir algo positivo, entonces quédese en silencio!

Vea el mensaje completo en el siguiente video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso