Continuación de la meditación sobre el ejemplo de Estéfanas. Lea la primera parte aquí.

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Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. 1Corintios 16:15-16

En segundo lugar, verificamos que él y su casa “se han dedicado al servicio de los santos”. Es decir, ellos tomaron sobre sí mismos la responsabilidad de servir a los santos [1]. No les fue pedido, ellos se ofrecieron – por eso “se han dedicado”. Nadie los consagró o los invitó a aquel servicio. Apenas percibieron las necesidades de los santos y tomaron la iniciativa de servirlos. Obviamente esta iniciativa fue bien recibida por Pablo y sus compañeros. No fue un acto de rebelión o de auto-exaltación de parte de Estéfanas, de darse a sí mismo una posición en la iglesia. Lejos de eso. Fue una disposición sincera de ayudar. Por eso Pablo bendijo la iniciativa.

Esto muestra el espíritu de siervo que había en aquel nuevo convertido.

Piense por un momento en las personas a su alrededor. ¿Cuántas necesidades logra identificar? ¿Cuántas personas perdidas, yéndose al infierno? ¿Cuántos jóvenes perdiéndose en el mundo? ¿Cuántos miembros de la iglesia que están débiles? ¿Cuántos matrimonios deshaciéndose? ¿Cuántos viviendo en pecado y auto-destruyéndose? ¿Cuántos deprimidos y vacíos de Dios? ¿Cuántos necesitando de una palabra de vida y de orientación?

Sólo no es útil quien no quiere, porque las necesidades son mucho mayores que el número de siervos.

Muchos dicen querer “una oportunidad” para hacer la Obra de Dios; otros incluso buscan “otra oportunidad” (aquellos que la hacían y dejaron). Pero con tanto por hacer en la iglesia y fuera de ella, tanta gente sufriendo, ¿cómo reclamar por falta de oportunidad? Los que hablan así, en realidad buscan una posición.

Los que realmente quieren servir, no necesitan una posición. La posición de Estéfanas vino después de consagrarse al servicio, no antes. Y fue solamente después de servir, que Pablo respaldó el ministerio de Estéfanas, pidiéndoles a todos que se sujetaran a él. La autoridad y la unción vienen después de servir, no antes. Por eso Jesús dijo que el mayor servirá al menor.

No espere ser llamado para servir. He aquí, ahora, la oportunidad.

Conclusión:

Hay dos tipos de personas que leen este mensaje. Los que ya se convirtieron y los que aún no.

A los dos tipos de personas el Espíritu Santo les está preguntando a través del ejemplo de Estéfanas:

Usted, ¿qué está esperando?

¿Qué está esperando para convertirse?

Si ya se convirtió, ¿qué está esperando para servir?

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[1] “Santos” aquí se refiere a los cristianos, no a imágenes de yeso, palo o cosa semejante. Santo quiere decir “separado”, por eso los cristianos eran llamados santos, porque se separaban de este mundo para servir a Dios.