thumb do blog Renato Cardoso
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ACARICIANDO LA BARBILLA

Muchas veces, caemos en la trampa de la comodidad, esperando que las cosas mejoren por sí solas, sin tomar ninguna actitud que inicie un cambio en nuestras vidas. Debe saber que la verdadera transformación comienza cuando nos liberamos de la inercia y nos lanzamos a la acción.

Un momento muy curioso en la historia de Jacob y de sus hijos, cargada de lecciones para nosotros hasta hoy, fue: «Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos», Génesis 42:1-2.

En ese momento había hambre sobre toda la Tierra. Al terminarse los alimentos, los 11 hermanos de José e hijos de Jacob estaban allí, con la mano en la barbilla, caminando de un lado a otro, observando cómo se terminaban los alimentos, cómo morían los animales y la falta de lluvia.

José, al tener un sueño inspirado por Dios, trató de guardar comida en Egipto durante siete años. Esa noticia se difundió, pero los hijos de Jacob no tomaron ninguna actitud.

Muchas personas se encuentran en esta situación, la calamidad llegó, la situación empeora cada día y las personas solo miran al marido, a la esposa, al hijo, al perro, el espejo, el celular, miran sin tomar ninguna actitud. La reprensión de Jacob a sus hijos fue oportuna: «¿Hasta cuándo se quedarán sin hacer nada?».

Jacob les llamó la atención para despertarlos. ¿Y eso qué significa hoy? Usted que desea una vida diferente, comete el mismo error de no hacer nada diferente. Necesita salir de esa situación, del sueño espiritual, de la inercia y tomar una actitud, debe hacer algo.

¿Qué puede hacer? Los hijos de Jacob podían agarrar los camellos y enfrentar el camino difícil hasta Egipto. Se arriesgarían, pero tendrían la oportunidad de traer comida y salvar a todo el clan, debían hacer algo. Claro que necesitaban valentía y fe para hacerlo, pero debían hacer algo.
Tal vez, usted piensa: «Quiero una vida mejor», pero ¿espera que suceda de la nada? Arriésguese, tenga valentía, haga lo que tenga que hacer. Si ve que no hay opción de dejar las cosas como están ¿cuál es la alternativa? ¿Qué puede hacer? ¿Qué puso Dios en sus manos para hacer? ¿Con quién puede hablar, adónde puede ir, qué actitud debe tomar?

Levántese y haga algo. No pase vergüenza a causa de su inactividad, por su falta de actitud. Porque la omisión es pecado, poder y saber algo y no hacerlo, es pecado. ¿Qué hace mirando su vida pasar, mirando por la ventana a los demás en la calle esperando un día mejor sin hacer nada hoy? ¿Qué le parece si se despierta?

Cuando los hijos de Jacob descendieron a Egipto, allí, empezó el cambio en toda la historia, no solo para Jacob, sino también en la vida de José y sus hermanos. Dios proveyó que José estuviera en Egipto.

Usted puede ver cómo se concluye la historia de José. Sus hermanos lo odiaron, fue preso injustamente, fue tratado como esclavo, todo eso fue un plan de Dios para que él pudiera terminar en el lugar y en el momento correcto para salvar a su familia. En otras palabras, a veces no entendemos lo que está sucediendo, pero cuando pasa la tormenta, lo entendemos: «Ahora veo el motivo por el que Dios permitió eso en mi vida».

¡Vaya hacia adelante! Si está actuando por la fe, no se preocupe por la tormenta, por las cosas que están sucediendo, dentro de poco, todo estará en su debido lugar. Cuando usted obedece la Palabra de Dios, incluso lo malo, Él lo transforma en bien.

Piense al respecto de este mensaje disponible en el video.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso