43 GRADOS EN FRANCIA: ¿QUÉ NOS ENSEÑA ESTO?
Los cambios climáticos reflejan las estaciones de la vida que todos enfrentamos: períodos de intenso calor, desafíos y disconformidades, pero también oportunidades para crecer y aprender
Mientras nosotros temblamos de frío aquí en San Pablo y en el sur del país, los europeos enfrentan lo opuesto: un calor tan extremo que ya ha causado muertes. Solo hoy, en Francia, hizo 43 grados. Es difícil de imaginar para nosotros; más aún para quien está acostumbrado al frío. Vi una entrevista curiosa: una pareja noruega, de vacaciones en París, se quejaba de que era insoportable — difícil dormir, caminar, incluso estar a la sombra. Pensé: uno de los motivos para viajar es justamente buscar algo diferente, y aun así hay quienes se quejan.
Esto pasa en todas partes. En el norte y noreste, no hay frío intenso, pero sí calor extremo y períodos de sequía o lluvias fuertes. Es decir, no importa dónde, siempre lidiamos con cambios. La Biblia dice que hay tiempo para todo: calor y frío, risa y llanto. Jesús enseñó que Dios envía el sol y la lluvia sobre justos e injustos — todos tienen las mismas oportunidades, pero no todos reaccionan de la misma manera.
Recuerdo que en California el clima es tan estable que bromean con que el parte meteorológico podría grabarse con anticipación: siempre mínima de 23, máxima de 24. Pero allí también hay terremotos, y todos viven esperando «el gran terremoto» que algún día llegará. Es decir, hasta el clima perfecto tiene sus sacudidas.
Así es la vida: hay etapas agradables y otras difíciles, pero todas pasan. El frío de ahora en San Pablo dará paso a la primavera; el calor insoportable, algún día, dará lugar a días más frescos. Mientras tanto, nos adaptamos: sacamos el abrigo del armario, encendemos el ventilador, tomamos más agua. Quejarse no resuelve nada.
Si todo está saliendo mal…
Está claro que este mensaje no es sobre el clima, sino sobre todo en la vida. Tal vez, todo lo que intentas hacer parece estar saliendo mal. Calma. Respira. No salgas por ahí pateando las cosas, porque te irá aún peor. No intentes afrontar los malos momentos en tu vida quejándote, murmurando, pateando, insultando.
No, amigo mío, amiga mía. Respira hondo y pregúntate: ¿cómo puedo sacar lo mejor de este momento que estoy viviendo ahora? Esa es la pregunta que debes hacerte mientras mantienes la esperanza de que esto va a pasar.
Porque, si hay algo en la vida que nunca cambia, es el hecho de que todo cambia. Todo pasa. Todo se transforma. Grandes cambios suelen nacer de caídas duras. Personas que hoy viven su mejor momento muchas veces decidieron recomenzar en el peor.
Entonces, si el sol está fuerte, agradece y busca sombra. Si llueve, aprovecha el agua. Aunque el suelo esté temblando o el cielo esté gris, recuerda: por encima de todo hay un Padre que cuida, ama y prometió no nunca abandonarte. Los Cielos y la Tierra pasarán, pero Sus palabras permanecerán para siempre.
Portugués
Inglés
Francés
Italiano
Haití
Ruso