thumb do blog Renato Cardoso
thumb do blog Renato Cardoso

3 SEÑALES DE ACCIÓN DEMONÍACA QUE MUCHOS IGNORAN

Este es un tema del que se habla poco, pero que está muy presente en todos los Evangelios. Es importante entender cómo actúan los demonios, para no volverse una víctima silenciosa

Hablar sobre acción demoníaca puede sonar extraño para muchos, pero es imposible leer los Evangelios sin notar cuán recurrente es este tema — especialmente en las palabras y actitudes de Jesús. Ningún otro personaje bíblico habló tanto sobre esto ni enfrentó tan directamente el problema como Él. Aun así, hoy en día, pocos quieren tocar este asunto. ¿Por qué? Tal vez por miedo, ignorancia o temor a parecer exagerados. Pero la verdad necesita ser dicha.

Jesús recorría ciudades y aldeas anunciando las buenas nuevas del Reino de Dios. Con Él iban los doce discípulos y varias mujeres que habían sido liberadas de espíritus malignos. Entre ellas, María Magdalena, de quien habían salido siete demonios (Lucas 8).

«Y poco después, Él comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con Él iban los doce, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos». (Lucas 8:1-3)

La liberación espiritual era una parte esencial del Ministerio de Cristo. Ignorar esta realidad puede tener un alto costo.

¿Por qué hablar sobre demonios?

Porque Jesús vino precisamente para deshacer las obras del diablo — y eso está escrito. Robar, matar y destruir son los objetivos del maligno. Él actúa para robar la paz, destruir familias, corromper mentes y, finalmente, condenar almas al infierno. Y quien no entiende esto corre el riesgo de convertirse en una víctima pasiva, silenciosa, como tantas lo fueron — hasta que Jesús las liberó.

A continuación, veamos tres formas en las que actúan los demonios — señales que muchos ignoran, pero que deben tomarse en serio:

1. Causan enfermedades físicas y emocionales

No toda enfermedad tiene un origen espiritual, pero algunas sí. La Biblia muestra que los espíritus malignos pueden causar enfermedades resistentes a cualquier tipo de tratamiento. Hay casos en los que los medicamentos no funcionan, los estudios no explican y el dolor persiste — y, detrás de eso, hay una fuerza maligna operando en el cuerpo de la persona.

Lo mismo ocurre con los trastornos emocionales: depresión, ansiedad extrema, ataques de pánico. Son enfermedades graves que, sí, pueden tener causas naturales, pero también pueden estar agravadas o incluso originadas por fuerzas espirituales.

2. Promueven comportamientos autodestructivos

Los espíritus malignos también inducen a comportamientos que destruyen al propio individuo. Adicciones como drogas, alcohol, pornografía, juegos de azar, autolesiones y pensamientos suicidas son algunos ejemplos. La persona siente que se está hundiendo, pero no logra detenerse. Pierde el control sobre sí misma.

En el Evangelio de Marcos (capítulo 5), leemos sobre un hombre que se cortaba con piedras. Vivía entre tumbas, actuaba de forma violenta y aislada — hasta que Jesús lo liberó de una legión de demonios. A partir de ese momento, su vida cambió. Volvió a su casa, recuperó su identidad, volvió a ser él mismo.

Ese tipo de autodestrucción todavía sucede hoy. La diferencia es que las piedras han sido reemplazadas por cuchillas, agujas, sustancias. Pero la raíz es la misma.

3. Provocan cambios de personalidad

Otra señal ignorada es el cambio repentino de personalidad. Personas que eran tranquilas se vuelven violentas. Personas equilibradas pasan a actuar con agresividad, sensualidad o crueldad — sin motivo aparente. Quienes conviven con ellas lo notan: «Ya no es ella». «Ya no es él».

Puede parecer una exageración, pero casos así aparecen en los noticieros. Crímenes cometidos por personas que dicen no recordar lo que hicieron. Mujeres que abandonan valores que antes defendían y se lanzan a comportamientos destructivos, impulsadas por el rencor, la ira o el deseo de venganza.

Estos cambios no son solo emocionales. Muchas veces revelan la presencia de una influencia espiritual que se ha apoderado de la persona.

¿Cómo vencer esa influencia?

Si usted reconoce alguna de estas señales en su vida o en la de alguien cercano, el camino no está en buscar médiums o rituales espirituales. La salida está en Jesús. Él mismo dijo que los verdaderos discípulos expulsarían demonios en Su Nombre — y eso es lo que sigue ocurriendo hasta hoy.

En la Iglesia Universal, por ejemplo, realizamos este trabajo de liberación todos los días, con un enfoque especial los viernes — día dedicado al combate espiritual. Pero, sobre todo, es necesario entregarle su vida a Dios. Buscar la Presencia de Jesús con sinceridad y fe.

Así como Él liberó a María Magdalena y a tantas otras personas, puede liberarlo a usted. Estamos viviendo una guerra espiritual, y su alma es el premio. Dios y el diablo luchan por ella. Pero la decisión de quién vence esa batalla está en sus manos.

Vea este mensaje completo en el siguiente video.