3 RAZONES POR LAS QUE TU ALMA ES EL MAYOR PROPÓSITO DE DIOS, DEL DIABLO Y DEBERÍA SER EL TUYO
Todo lo que existe en este mundo: éxito, poder, placer o dinero tiene un plazo de validez. Pero hay algo que es eterno: tu alma
Vivimos en un mundo en el que todo parece tener un precio. Las personas trabajan, corren, compiten y se comparan, creyendo que triunfar en la vida es ganar más dinero. Pero eso es una gran ilusión. Ninguna fortuna es suficiente para comprar un minuto más de vida — porque el rico también muere, también enferma, sufre, se deprime y enfrenta los mismos problemas que el pobre. El dinero solo amplifica los vacíos y las fragilidades del alma.
El dinero no paga la cuenta del alma
El Salmo 49 nos advierte que nadie es lo suficientemente rico como para comprar la salvación. Es posible comprar un ataúd lujoso, pero jamás la salvación del alma:
“Nadie puede en manera alguna redimir a su hermano, ni dar a Dios rescate por él, para que viva eternamente, para que no vea corrupción. Porque la redención de su alma es muy costosa, y debe abandonar el intento para siempre”. (Salmos 49:7-9)
El mayor propósito de Dios: tu alma
El alma es el mayor propósito de Dios — y también el mayor objetivo del diablo. Lamentablemente, la mayoría de las personas la ignora, viviendo como si no existiera. Sin embargo, el alma es lo más valioso que hay en cada ser humano. Mira tres razones por las cuales debe ser tu prioridad:
1. El alma es eterna
El alma nunca dejará de existir. Todo lo que dura mucho tiene un alto precio, y el alma es eterna — no vive 80 o 90 años, sino para siempre. Aun así, muchos invierten todo en el cuerpo y nada en la eternidad. Olvidan que el cuerpo vuelve al polvo, pero el alma permanece viva.
2. El alma tiene dos destinos
El alma solo puede seguir uno de dos caminos: el cielo con Dios o el infierno con el diablo. Y ese destino es resultado de una elección personal. Dios quiere evitar la condenación eterna y envió a Su Hijo para salvarnos, pero quien rechaza a Dios elige el infierno por voluntad propia. Dios no obliga a nadie a vivir la eternidad con Él si en vida, esa persona lo rechazó. Él simplemente respeta la decisión de cada uno.
3. El alma no puede comprarse con dinero
El alma tiene un precio — y no es monetario. Solo la sangre de Jesucristo puede rescatarla. Él ya pagó con Su propia vida por los pecados de la humanidad, ofreciéndole perdón y salvación a quien cree.
Trabaja por la vida eterna, no por lo que perece
Muchos viven corriendo detrás de lo que perece. Pero Jesús advirtió:
“Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna…”.
(Juan 6:27)
Es decir, no vivas solo para lo que muere. Trabaja, sí, pero no dejes que el dinero o las conquistas materiales sean tu propósito. Mientras el mundo corre detrás de lo que se acaba, Dios corre detrás de tu alma.
Cómo garantizar la salvación de tu alma
Para que tu alma viva eternamente con Dios reconoce que sin Él estás perdido. Entrégale tu vida a Dios, arrepiéntete y vive en obediencia a Aquel que pagó el precio supremo por ti.
Sirve a Dios, vive para Él, y Él garantizará el destino eterno de tu alma a Su lado.
Portugués
Inglés
Francés
Italiano
Haití
Ruso