3 FUENTES DE ANSIEDAD Y CÓMO CERRARLAS
Según recientes investigaciones, estamos viviendo la generación más ansiosa de todos los tiempos y esto se debe a las tres fuentes que generan ansiedad en las personas. Sin embargo, existe una manera de cerrarlas.
Según datos otorgados por la Organización Mundial de la Salud y otros estudios, nunca hubo tantas personas ansiosas en el mundo como en esta generación. La ansiedad, además de la depresión, ha sido una de las principales enfermedades emocionales y mentales que afectan al ser humano en la actualidad, principalmente en los países desarrollados.
Cuando usted compara los días de hoy con los de sus padres o abuelos, verá que nunca hubo tanta comodidad, tanta disponibilidad de bienes materiales y tantos servicios como ahora. Observe que, durante los últimos 10 o 20 años, hubo un gran avance con respecto a la disponibilidad de bienes y servicios. Antes, cuando iba al supermercado, no había la variedad de marcas y productos que hay ahora. No digo que las personas tengan dinero para comprar todo lo que desean, pero hay accesibilidad, es decir, comparado con nuestros padres y abuelos, nosotros estamos, muchas veces, más abastecidos que ellos. Aun así, somos la generación más ansiosa, la que más se queja por no tener cosas. ¿Por qué?
La ansiedad tiene tres fuentes, una de estas es: Cuando usted desprecia lo que tiene, olvida lo que tiene. «No tengo tal cosa», «No tengo dinero para aquello», «El mío es la versión antigua», las personas viven en el mañana y eso es inútil. Por eso, tenga cuidado. Aprenda a enfocarse en lo que ya tiene. No digo que debe conformarse, pero obsesionarse con lo que no tiene genera ansiedad. Usted debe ser agradecido por lo que tiene. Con esto también me refiero a las relaciones. Por ejemplo, hay mujeres que miran al marido de otra mujer o al marido que no tiene, y viceversa, también hay maridos así.
Otra fuente de ansiedad es mirar hacia la vida de los demás. Si usted analiza el avance de la ansiedad, verá que la depresión y la ansiedad crecieron junto con las redes sociales. La correlación es obvia, antes solo podía mirar el jardín del vecino, pero hoy hay varias redes sociales, varios canales de televisión, varias series. Hay tanta información llenando sus ojos que, al comparar su vida con la que otros aparentemente tienen, lo hacen pensar: «Yo no tengo esa vida». Entonces, mirar hacia la vida de los demás genera comparaciones, codicia y envidia.
La tercera fuente que genera ansiedad es cuando la persona no sabe qué hacer con respecto a su situación. Cuando usted tiene un problema, pero por lo menos sabe qué hacer para resolverlo, puede canalizar sus fuerzas para lo que debe hacer. Hace algo al respecto y será cuestión de tiempo superar esa situación. En cambio, si no sabe qué hacer, se pondrá ansioso y se desesperará.
Jesús dio un secreto para vencer la ansiedad, en Mateo capítulo 6. Es como si hubiera dicho: «Ustedes nunca resolverán nada con la ansiedad, lo mejor que pueden hacer es buscar en primer lugar el Reino de Dios». Entonces, si usted no sabe qué hacer, busque que Dios reine en su vida. Buscar el Reino de Dios es: «Dios, gobierna mi vida. Quiero saber qué es lo que quieres que haga». Cuando Él lo oriente, ponga todas sus fuerzas en eso. Usted no logrará resolver todo de una sola vez e incluso, puede suceder que, antes de resolver un problema, aparezca otro.
Eso se llama «vida» y así será hasta la muerte, pero, gracias a Dios, tenemos la promesa de que Él nos guiará hasta el final.
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