thumb do blog Renato Cardoso
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2 COSAS QUE EL HOMBRE NO PUEDE DOMINAR

El hombre creó y puede crear muchas cosas, pero existen dos cosas que, independientemente de lo que haga, no puede dominar, porque no le corresponde

Hay dos cosas que el hombre no puede dominar: la muerte y el mal. El hombre domina el aire, crea globos aerostáticos, helicópteros, cohetes, va hacia el espacio y vuelve. Navega en el mar. El hombre domina muchas cosas, pero no puede dominar la muerte ni el mal.

Es fácil comprender la muerte. He escuchado la historia de un millonario, Bryan Johnson, de 45 años, que decidió invertir su fortuna, no solo para «vivir para siempre», sino también para recuperar la juventud de los 18 años. Este es solo un ejemplo de lo que encontramos en la humanidad. Son antiguos deseos que el ser humano tiene de vivir para siempre. Es curioso este deseo, ¿verdad? Es porque, en realidad, este deseo parte del propio Dios. Hay algo en nuestro interior que se resiste a la idea de la muerte y muchas personas, literalmente, intentan prolongar sus vidas, evitándola. Usted puede incluso tener una vida saludable, pero llegará el momento en el que la muerte vendrá. El cuerpo muere, pero el alma no. Quien grita por la eternidad en nuestro interior es la propia alma, que sabe que no moriremos y, después de que el cuerpo vuelva al polvo, el alma continuará.

Queramos o no, el mal está en este mundo. El hombre no puede vencer el mal porque el hombre está caído; cayó desde el inicio. Las malas inclinaciones humanas se asocian al mal y terminan haciendo que el ser humano tropiece. Las mejores personas terminan tropezando con la vanidad, el adulterio, el orgullo, el egoísmo, con sus propias inclinaciones hacia el mal. Estamos caídos y, por lo tanto, no logramos vencer el mal por nosotros mismos.
Sin embargo, hay una excelente noticia. Puedo presentarle a alguien que venció los dos: Jesús venció la muerte. Fue el primero que resucitó de entre los muertos. Es un hecho histórico. Resucitó de entre los muertos, la muerte no pudo mantenerlo en la sepultura y regresó de manera que ninguna técnica humana lo lograría. Él extiende ese poder para los que creen en Él: «Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente…», Juan 11:26.

Por lo tanto, cuando usted Lo recibe en su vida como Señor, Padre y Salvador, Él viene y solo lo asusta respecto a la muerte. El Señor Jesús también venció el mal, además de la muerte. El diablo, satanás, que es el origen del mal, fue humillado en la cruz por el Señor Jesús, que nos dio autoridad y, de esta manera, también triunfamos sobre el mal. Hay ciertas cosas a las que aún somos susceptibles, porque vivimos en un mundo malvado que aún no se sometió a Dios, por eso, podemos sufrir con lo que sucede en este mundo. Sin embargo, en nuestro interior existe este poder que supera todo el mal.

Abrace aquel nombre que está por encima de todos los nombres. Ahí está la solución para estos problemas del ser humano.

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Colaborador

Obispo Renato Cardoso