Usted no tiene que hacer de su pasado un lugar para vivir, tiene que hacer de su pasado un lugar donde tenga ejemplos de lo que puede o no hacer, lo que debe dejar y lo que puede repetir.

Porque, cuando usted vive en el pasado, su vida se detiene en el presente y, obviamente, su futuro también se compromete.

La persona que vive lamentándose por la leche derramada, guardando resentimientos, reviviendo una escena de decepción, de traición, de pérdida, de frustración, que alimenta malos sentimientos en el presente, está robando su presente y su futuro con esos recuerdos. El pasado tiene una utilidad muy grande, pero no es esta.

Cuando se usa el pasado como referencia, tanto positiva como negativa, él instruye nuestro presente y nuestro futuro, nos ayuda a ajustar el recorrido, a ajustar nuestra dirección para determinar si llegaremos al destino que queremos o no.

La Palabra de Dios dice: «Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco…» Hageo 1:5-6

Considerar es una actitud de la mente, es una valoración, es observar con atención, con cuidado. Considerar sus caminos significa no solo decir: «Lo que pasó, pasó. Sigamos hacia delante». Hay un valor en eso, en el sentido de entender que no puede cambiar su pasado, pero puede usar el pasado para cambiar su presente y su futuro.

Los atletas de alta performance hacen eso todo el tiempo, los hombres y las mujeres de negocios también, siempre están usando el pasado como una referencia de lo que pueden hacer diferente y mejor de aquí en adelante.

Estamos ahora, por ejemplo, llegando al término de un año más. Este es el momento ideal para reflexionar sobre:

1. ¿Qué fue lo que hice que funcionó?
2. ¿Qué fue lo que hice que fue bueno para mí?
3. ¿Qué fue lo que hice que fue bueno para mi familia?
4. ¿Qué fue lo que hice que fue bueno para mi trabajo?
5. ¿Qué fue lo que hice que fue bueno para mi salud?
6. ¿Qué fue lo que hice que fue bueno para mi vida espiritual?
7. ¿Qué fue lo que hice que fue malo?
8. ¿Qué debo abandonar en mi vida?
9. Este año, ¿qué personas añadieron algo a mi vida?
10. ¿Qué amistades debo fortalecer?
11. ¿Qué personas le restaron a mi vida?
12. ¿Termino este año con resentimiento hacia alguien?
13. ¿Qué debo cambiar con respecto a mis hábitos?

De la misma manera que las empresas hacen un balance al término del año, usted tiene que hacer un balance de su vida. Use su pasado como referencia, pero no se mude allí. Mire hacia delante, pero con la instrucción de lo que su pasado le enseñó.

La Palabra de Dios le enseña cómo hacer eso, por lo tanto, considérela. Aproveche estos últimos días de 2022 para hacer esta autoevaluación y tomar sus decisiones de aquí en adelante.