El Altar simboliza a Dios, y, la noche en la que Cristiane me pidió la separación, yo fui hasta el Altar de la iglesia, durante la madrugada, y exigí de Dios lo que Él había prometido sobre el matrimonio. Puedes leer los detalles de esta historia en el libro Matrimonio Blindado.

La Palabra de Dios dice que Él odia el divorcio, Malaquías 2:16. Así que, esa madrugada, cuando mi esposa me dijo: «Si es para seguir así, es mejor que nos separemos», fui a hablar con Dios: «Dios, si Tú no me ayudas, ya que odias el divorcio, terminaré separándome y me volveré un pastor divorciado. ¡Qué vergüenza será para mí, también para Ti y para Tu Palabra! Necesito Tu ayuda».

Fui al Altar, al punto cero de mi matrimonio, porque nosotros intercambiamos votos delante de Dios, y Él fue testigo de eso. Él sabía que yo no quería separarme, que no quería terminar mi matrimonio, pero tampoco sabía cómo resolver el problema. Por eso, exigí de Dios; y puedo decirte que, a partir de esa oración, Dios iluminó mi entendimiento, aclaró mis pensamientos: «Haz esto»; «Deja de hacer lo otro»; «Deja de ser así»; «Comienza a ser así». No solo mi mente fue iluminada, sino la de Cristiane también, ¡gracias a Dios! La respuesta para mi matrimonio vino del Altar.

Yo hablo contigo que también estás así, angustiado con tu matrimonio, arrancándote los cabellos a causa de tu marido, de tu esposa o de tu vida amorosa. Estás perdido, no sabes qué más hacer, porque has intentado resolver todo con la fuerza de tu brazo. Pero, en lugar de eso, si pones tu fuerza en el Altar, verás lo que Dios puede hacer en tu matrimonio. Esto es lo que la Terapia del Amor propone: la fuerza de Dios en el Altar para tu vida amorosa. Y si crees, estaremos aquí en el Templo de Salomón contigo hoy, a las 20 h.

La segunda cosa sobre el Altar es la siguiente: El Señor Jesús dijo: «… ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?», Mateo 23:19.

Jesús estaba diciendo que el Altar es mayor que la ofrenda, porque Él es el que santifica la ofrenda.

Intercambiar votos en el Altar, delante de Dios, durante el casamiento, significa pedir y permitir que Dios santifique tu matrimonio. Santificar significa separar, es decir, Dios tratará tu matrimonio de forma especial, separándote de la avalancha de destrucción que sucede en el mundo y que destruye a tantos matrimonios y a tantas familias.

Así como el Altar santifica la ofrenda, Él santifica a la pareja que se ofrece a Dios, que valora el Altar al punto de intercambiar votos delante de Él.

Tú que estás en una relación, tal vez vives en concubinato sin nunca haberte casado en el Altar, o te casaste por civil, pero nunca lo hiciste en el Altar; tú que estás de novio y siempre estás postergando el casamiento, diciendo: «Ahora no se puede», ¿Sabes por qué no se puede? Porque asociaste el casamiento a la fiesta, al vestido, al viaje, a los souvenirs y regalos para los invitados, al bufé y demás, pero nunca será suficiente para hacer una gran fiesta. Lo más importante el día del casamiento no es la fiesta que puedes pagar, sino la fiesta en los cielos, con Dios como testigo, la bendición del Altar para santificarlos; y para eso, no es necesario dinero.

Si estás de novio y quieres la victoria del Altar, siendo santificado por Él, si tienes una unión estable y quieres casarte delante de Dios, busca la victoria del Altar.

Tendremos la Celebración de los Casamientos el 1 de mayo. Aquí en el Templo de Salomón serán más de 200 parejas y miles en todo Brasil, que se casarán en una Iglesia Universal, a través de la Terapia del Amor.

Si quieres participar, es necesario actuar rápidamente, porque el cierre de inscripción es el 16 de marzo. Busca el Sector de Casamientos, ingresa a: universal.org/casamento, o acércate a la Universal más cercana y conversa con tu pastor.

Participa de la Terapia del Amor, a las 20 h, en el Templo de Salomón o en la Universal más cercana a tu domicilio.

Mira el mensaje en el video.