Dios es Familia.

Dios-Padre, Dios-Hijo y Dios-Espíritu Santo.

Él proyectó la raza humana para que viva en familia.

El ser humano puede llegar a vivir solo.

Pero será infeliz por huir del padrón instituido por el Señor.

En la Familia de Dios no existe la figura de la madre.

Dios es Autoexistente.

Sin embargo, en la familia humana, la mujer completa al hombre.

Dios creó la Luz y vio que era buena;

Creo la Tierra y los mares y vio que eran buenos…

Pero, después de haber creado al hombre, vio que no era bueno que él estuviese solo.

Entonces creó a Eva.

Ella no fue creada para ser la hembra, la mujer o la subordinada de él.

Sino para ser su auxiliadora.

Adán recibió la autoridad Divina para dirigir la creación.

No podía hacerlo solo. Necesitaba un auxiliar idóneo.

Es decir, apto, capaz, competente, adecuado y apropiado para lo que se proponga hacer.

Entonces fue creada la auxiliar del hombre.

Uno completaría al otro en la administración de la creación.

Él sería la cabeza, ella el cuerpo.

Esta estructura familiar sería la base de todo el desarrollo en la faz de la Tierra.

Todas las conquistas de uno serían las del otro.

La familia terrena fue proyectada para que refleje la Familia de Dios.

El proyecto Divino como un todo fue corrompido.

No el proyecto individual.

El Espíritu de Dios ha buscado personas para constituir familias.

Familias que exhalen el perfume de la Familia de Dios en este mundo.

¿Quién está dispuesto a servir como instrumento del Espíritu Santo?

¿Quién está dispuesto a sacrificar sus sueños por los de Dios?