Que usted va a caer en algún momento de su vida está prácticamente garantizado. Es algo que nosotros los seres humanos parecemos ser especialistas en hacer. Tropezar en el trabajo, en la relación sentimental, en la vida espiritual, en las finanzas, en las decisiones, en los negocios, en las amistades, en las opiniones, en las expectativas de sí mismo…no faltan piedras en el camino.

Pero el mayor problema no es tropezar o caer. La gran derrota de muchos que caen es quedarse en el suelo dando vueltas en la auto conmiseración. Mucha lástima de sí mismo, mucha disposición para culpar a algo o a alguien por la caída, mucha lamentación y espíritu de víctima.

Mucha gente que cayó y todavía está postrada podría estar de pie y muy adelante si solo dejase de mirar hacia atrás.

La pregunta es:

¿Cuán rápido se levantará usted?

Después de la caída la única cosa útil para hacer es levantarse y proseguir, con el conocimiento de qué hacer para no caer nuevamente.

Sin duda, no caer es la primera y mejor elección. Pero si cayó, levántese. Rápido. Mire hacia adelante.

Y no caiga más.

Pd: ¿Y si la corredora de abajo hubiese demorado una fracción de segundo más para levantarse?

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