YA NO HAY SOLUCIÓN PARA MÍ… (¿PUEDO ORAR POR USTED?)
Tal vez piense que no hay salida para su situación, que está en el lodo, que perdió todo… Sin embargo, hay algo muy valioso que aún no perdió: su alma. Participe de esta oración si se siente perdido, culpable y si necesita paz.
Escuche lo que dice el Dios Todopoderoso, el Dios Altísimo, Creador de los cielos y de la tierra, Justo Juez y perfecto en todos sus caminos. Él nos deja un recado claro a todos nosotros:
«Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar». Isaías 55:7
¿No hay solución para mí? Cómo Dios actúa delante de los pecadores
Muchas veces pensamos: «No hay solución para mí», y esperamos que Dios, debido a su justicia y santidad, castigue inmediatamente al pecador. Pero Dios no hace eso. Al contrario, en Su perfección, Dios invita exactamente a aquellos que piensan que no tienen solución, a aquellos que están distantes y presos en el pecado, a abandonar sus malos caminos y pensamientos. Es decir, Dios promete misericordia para los que se arrepienten y vuelven a Él.
Dios no perdona solo a quien es bueno
Vea que Dios no le está hablando solo a quien ya hace el bien. Claro que también se compadece de las buenas personas, pero el mensaje aquí es específicamente para usted que piensa: «No hay solución para mí. Mis pecados son imperdonables»; o «Fui demasiado lejos».
«No hay solución para mí». Esa voz de desesperación no proviene de Dios
Por lo tanto, la voz que susurra desesperanza en su mente, diciéndole que no hay solución para usted, no es de Dios. Es la voz del diablo, del acusador, que desea que no crea en la misericordia Divina, impidiéndole buscar el arrepentimiento y el perdón. El objetivo de esta voz maligna es llevarlo a la condenación eterna.
Entonces, usted debe elegir qué voz escuchará. Lamentablemente, muchas personas eligen darle oídos al mal, a las voces negativas de este mundo, en lugar de a la voz compasiva de Dios.
Los cambios empiezan en el pensamiento
Dios es rico en misericordia
Dios no lo perdona porque usted lo merece o porque hizo algo bueno, sino porque es grande en misericordia. Imagine a un multimillonario que le compra una casa a alguien pobre. Para el pobre, esa casa significa todo, pero, para el multimillonario, casi no hubo impacto en su riqueza. Así es el perdón de Dios: infinitamente valioso para quien lo recibe, pero inagotable para quien lo concede.
¿No hay solución para mí? Usted aún tiene valor para Dios
Tal vez sienta que ya perdió todo: familia, dinero, reputación. Sin embargo, aún posee algo precioso: su alma. Usted sigue siendo riquísimo delante de Dios a causa de ella. Si decide entregarle su alma a Dios y no a la desesperación o al pecado, Él promete compasión y perdón ilimitados.
Acepte ahora el perdón de Dios
Si quiere experimentar esa misericordia y perdón ahora, me gustaría orar por usted en este momento. Donde esté, deténgase un instante, coloque las manos en su corazón, cierre los ojos y ore conmigo:
(Aquí, haga su oración personal, pidiendo el perdón y la misericordia de Dios).
Comparta su experiencia
Si recibió la paz y el perdón de Dios a través de este mensaje, compártanos su experiencia en los comentarios. Si cree que este mensaje puede ayudar a otras personas, compártaselo. Así como a usted lo ayudó, otras vidas también podrán ser salvas.
Vea el mensaje completo en el siguiente video.
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