“Yo sé lo que tengo que hacer.” Pero no lo hace. Y es ahí que está su problema. Muchas personas sufren por ser ignorantes, por no saber qué hacer. Mas creo que hay aún más personas que sufren por no practicar lo que ya saben.

Fue para estas personas que el Señor Jesús dirigió estas palabras.

 “Haz las primeras obras…” Apocalipsis 2.5

Es decir, usted tenía la costumbre de hacer lo que es correcto. Sabía que es lo que funcionaba, pues practicó aquello por mucho tiempo. Y cosechó buenos frutos. Pero, por alguna razón, usted dejó de practicarlo. Y los resultados han sido catastróficos.

Usted sabe lo que tiene que hacer, pero entre el saber y el hacer existen algunas murallas:

• Orgullo
• Vergüenza
• Terquedad
• Sentimientos de rencor
• Pereza
• Distracciones
• Acomodación con la situación actual
• Dudas
• Miedo de fracasar y nunca conseguir ser como era entes
• Indecisión
• Procrastinación

Parece que usted está tan lejos de las primeras obras que nunca conseguirá rescatarlas. Pero la verdad es que usted está bien cerca, tan cerca como la sala al lado del lugar que usted está ahora. Para entrar en la sala al lado, usted solo necesita pasar por la puerta. Para que usted regrese a las primeras obras, usted solo necesita tomar la decisión de comenzar ahora. ¿Es difícil tomar esta decisión? Claro que no. Lo que es difícil, quizás usted piense, es mantener la decisión…

No se preocupe. No esté ansioso con lo que acontecerá más tarde hoy, mañana, o después. Preocúpese solo con el ahora. Tome ahora la decisión de hacer lo que usted sabe que tiene que hacer. Empiece de ahí. Y después, más tarde, continúe haciéndolo. Cuando venga el desanimo o se enfrente con cualquiera de las murallas mencionadas anteriormente, tome, de nuevo, la decisión de continuar en las primeras obras. Esta decisión constante de hacer lo que es cierto es la puerta que nos conduce al éxito.

Es así de simple. La dificultad y la facilidad somos nosotros que las creamos.

Piense ahora en las cosas que usted sabe que tiene que hacer pero no las ha hecho, y tome la decisión de comenzar a hacerlas ya – por lo menos una cosa, e no importa que tan pequeño es el primer paso. Empiece ya, luego después de terminar de leer este blog.

No me diga lo que sabe. Dígame lo que hará.