thumb do blog Renato Cardoso
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¡USTED FUE ACEPTADO!

Cuando Caín fue rechazado a causa de la ofrenda defectuosa que Le ofreció a Dios, inmediatamente después de su hermano Abel, cuya ofrenda había sido aceptada, Dios habló con él para darle una segunda oportunidad, diciéndole: «Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?…», Génesis 4:7. Usted que busca tanto la aceptación, preste atención a las palabras que salieron de la boca del propio Dios.

Las personas buscan aceptación a cualquier precio y para eso a veces se vuelven molestas e inconvenientes, porque insisten e imploran por tener una oportunidad, por tener atención. Pero se olvidan de que el secreto de la aceptación está en hacer el bien, lo correcto. Ese fue el consejo que Dios le dio a Caín. Él le quiso decir: «Mira, esta vez te equivocaste. Debes evaluar lo que has hecho. Si quieres ser aceptado la próxima vez, hazlo mejor. Te aseguro que serás aceptado».

Pero, en lugar de aprovechar la oportunidad, Caín se llenó de ira contra Abel y contra Dios. Él mató a Abel, pensando que así se terminarían los problemas. Hay personas que sienten bronca de otras que hacen las cosas mejor que ellas. Piensan que disminuyendo a quienes hacen las cosas bien se sentirán mejor. El «espíritu» de Caín está vivo hasta hoy.

Ahora bien, el consejo de Dios permanece: si quiere ser aceptado, haga lo que está bien. No se trata de hacerlo para llamar la atención de alguien, sino con la intención correcta. ¿Por qué Abel fue aceptado? Porque pensó: «Le presentaré una ofrenda a Dios. ¿Cómo debe ser esa ofrenda?», y luego la seleccionó. Su ofrenda empezó en ese cuidado: «Mi Creador es digno de recibir lo mejor que tengo». Abel no tenía la intención de hacer un intercambio con Dios.

No debemos esperar aplausos, debemos hacer lo mejor porque es correcto, no porque la otra persona lo merezca. Dios nos trata así. ¿Merecemos Su amor? No. Él ama incluso a los que Lo odian, aun sin recibir nada de ellos, solo odio. Dios ama a los ateos, ama a los que eligen a otros dioses. También tiene compasión de los que Lo traicionan.

El verdadero amor es el que se expresa en lo que es correcto hacer. En Su sabiduría, Dios entiende que llenarse de odio y de indiferencia no le hace bien a nadie. Por eso, Él ama aun así.

Usted debe hacer lo mejor, no porque la otra persona se lo merezca, sino por su propio carácter. Sea la mejor esposa, no porque su marido lo merezca, sino por su carácter de mujer. Sea el mejor marido, el mejor hijo. Haga lo que es correcto. Pero no lo haga porque su patrón, sus colegas, sus vecinos o el gobierno lo merezcan, sino porque es de Dios.

Si usted hace el bien, será aceptado.

Medite en el mensaje del video y póngalo en práctica.