thumb do blog Renato Cardoso
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Religión por encima de la inteligencia

Antes que nada quiero dejar bien claro: soy un vehemente defensor de la libertad de las personas para adorar y rendir culto a quien o a lo que quieran. ¿Quiere adorar a una piedra? Adelante. ¿Su religión es la ciencia? Siéntase a gusto. ¿Su dios es el diablo? Buena suerte. Usted es libre. Así Dios (el que yo creo, el de la Biblia) lo creó.

Ahora déjeme mostrarle con lo que me encontré hace unas semanas cuando viajaba por la Via Dutra:

Es eso lo que me molesta. Este cartel, es decir, este inmenso outdoor, pagado con dinero público, alerta a los conductores a tener cuidado con los peregrinos que transitan a pié por la orilla de la carretera. Los conductores tienen que tener cuidado, no los peregrinos.

Mirando las próximas fotos, usted va a entender el por qué:

Para mí, estas fotos ilustran bien la irracionalidad de la religión. Sujetar a sus fieles a una actividad tan arriesgada es como mínimo irresponsable. Estamos hablando de una carretera de alta velocidad. El límite es de 110 km/h (para quien lo respeta) y el tráfico de camiones es constante. ¿Es para sorprenderse que peregrinos y conductores mueran todos los años en accidentes producto de esta aberración?

Una cosa es verdad: no es fe lo que les falta a esas personas, sino el uso de la inteligencia.

Si la fe camina sin la inteligencia, se convierte en fanatismo. Si la inteligencia camina sin la fe, se convierte en ateísmo.

Dios nos dio las dos cosas, no para que se contradigan, sino para que haya un equilibrio.

Si la fe que usted tiene no pasa la prueba de la inteligencia divina, esa fe no proviene de Dios. Es apenas religión (que probablemente está sacando ventaja de usted).

Porque Mi pueblo es necio, no Me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron. Jeremías 4:22

 

 

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